• Autor del texto – Antonio Cuadra
  • Autor de fotos – Alfer
  • Fecha – 28/09/2010


 Llevábamos mucho tiempo sin saber nada de Alfer, una marca española cuyos orígenes se remontan a un primer prototipo que se estreno en 1980, para pasar a la producción en serie en 1982. Su especialidad eran los modelos de enduro y supermotard, y su última producción se centró en trails de 125 cc con motor Franco Morini 4T de aire y cambio de seis velocidades.

A partir de ahora se va a volver a hablar de Alfer, porque vuelve a la actualidad de la moto por la puerta grande. Y no exageramos. En la “Setmana de la Mobilitat Sostenible i Segura ‘2010” de Barcelona, fue presentada en sociedad el pasado viernes 24 de septiembre este prototipo de enduro eléctrica. Todo un acontecimiento para nuestra industria, porque se pone al máximo nivel tecnológico, junto con modelos de la talla de la americana Zero, la suiza Quantya o la futura KTM de Austria. Para presumir. El prototipo que se mostró está basado en el bastidor de la VR 250 de enduro con chasis simple cuna desdoblado, aunque ya se nos ha anunciado que el modelo definitivo empleará uno de aluminio inyectado de doble viga, que repercutirá en un peso muy competitivo (menos de 110 kilos con las baterías). La clave está en el peso las baterías, que son de polímero-litio con una capacidad de 3 kWh, suficiente para proporcionar una autonomía de 90~100 km, aunque todo depende del estilo de conducción. La potencia del motor es de de 16 kW (casi 22 CV), con picos instantáneos de 30 kW (40,8 CV). Y sobre todo, mucho empuje: 64 Nm de par motor. Y sin caja de cambios ni embrague: tan sencillo como acelerar y frenar.

Insistimos en que se trata de una enduro y, por ello, los desarrollos permiten una velocidad máxima de 105 km/h, suficientes para conducción offroad. Esto respecto a la versión de competición, porque también estará disponible una versión comercial con 11 kW (15 CV), para que pueda ser conducida con los carnets A1 ó B, y también con brillantes prestaciones. La Alfer EVR tiene características para presumir: freno regenerativo variable (en la maneta izquierda) que recupera un 8,8% de la energía, marcha atrás con señal acústica, instrumentación digital multifunción, tres mapas de utilización diferentes, versión supermotard y alumbrado xenon y LEDs.

Todavía es pronto para adelantar precios, pero Alfer pretende también ser muy competitiva con la versión comercial de 15 CV, a un precio en torno a los 6.000 €. Hay que seguir trabajando en ella y, si todo sigue su curso, podrá estar a la venta dentro de un año. Enhorabuena Alfer.


Con más detalle

De izquierda a derecha, Santiago Meier, responsable del desarrollo del modelo, y los comerciales de Alfer Francisco Barriendos y Josep María Calaf. Falta Francisco Almirall, propietario de la marca. La Alfer EVR apenas se diferencia de una enduro convencional. El bastidor y plásticos son los de la VR 250, aunque el modelo definitivo dispondrá de un chasis doble viga en aluminio.
El propulsor promete no defraudar en cuanto a potencia con picos máximos de 41 CV a la altura de una 250 cc de 4T de competición. Pero sobre todo, con un par motor bestial de 64 Nm. La maneta izquierda será un freno regenerativo dosificable que aprovechará la retención del motor para recargar la batería. El botón, junto a la piña, controla el tablero, y el del “tapón” del “depósito” hace de cortacorrientes.
El prototipo muestra información en varias pantallas: la que veis en la foto indica la tensión de la batería, velocidad instantánea, potencia disponible (como un banco de potencia en tiempo real) y totalizador de kilómetros. Las baterías son de polímero-litio, de lo mejorcito que puedes encontrar, proporcionando buena capacidad de carga y bajo peso. Habrá una versión con motor de 11 kW para que se pueda conducir con los carnet A1 ó B.