• Autor del texto – Antonio Cuadra
  • Autor de fotos – Miguel Méndez (Daelim)
  • Autor acción – Pedro Freire
  • Fecha – 19/10/2010

Los coreanos de Daelim llevaban mucho tiempo sin dar un golpe de efecto, y a la vista está, que con el nuevo S3 125 lo han conseguido: diseño acertado, potente motor refrigerado por agua, con culata biárbol de levas y cuatro válvulas, y todo ello aderezado con mucha tecnología electrónica. Pero lo mejor es su contenido precio. Por tan sólo 2.649 € vuelve al mercado el “Efecto Daelim”: ofrecer mucho por poco.


Daelim Madrid


Nuestro mercado de 125 cc se va haciendo cada vez más competitivo. Está claro que, si se aspira a ser líder de ventas o encontrarse entre los primeros puestos del ranking, hay que ofrecer mucho por poco dinero. Y sobre todo ahora, con la que está cayendo. Daelim quiere volver a aquellos tiempos en los que se hizo famoso su famoso “Efecto Daelim” por la forma de “reventar” el mercado ofreciendo productos de calidad a un precio muy contenido. Pero también debía “ponerse las pilas” con mecánicas y productos más modernos tecnológicamente que se distanciaran del grupo motor que impulsa la S2 125.

Así, surge el desarrollo del S3. Si bien en denominación no se han “comido el coco” -ya contaban con los modelos S1 y S2, ahora aparece este S3, y es de suponer que en un futuro llegue un S4-, en tecnología y diseño han dado un paso de gigante: nada que ver con todo lo conocido hasta el momento. De hecho, si te ocultáramos la marca, jamás habrías adivinado que se trata de un Daelim. Es más, no se aprovecha ni un solo tornillo con los scooters que hasta ahora conocíamos. Lo único que se “aprovecha”, y con muy buen criterio, es el grupo termodinámico, que es el de la Roadwin R 125, aunque en este caso impulsa una moto de corte deportivo. Se trata de lo mejorcito que puedes esperar en ciclo 4T para la cilindrada de 125 cc: refrigeración líquida, doble árbol de levas, cuatro válvulas, inyección electrónica,… Se ha trabajado mucho en su interior para eliminar por completo ruidos y vibraciones (un aplauso en este sentido), mejorando incluso el empuje desde muy bajas vueltas. Se completa el motor con una nueva transmisión por variador que nada tiene en común con la que emplean los otros modelos de la marca en 125 cc: dimensiones mucho más compactas y un funcionamiento muy suave aunque en la práctica peca de montar unos rodillos pesados que ralentizan las aceleraciones y no da lo se debería esperar de un GTi 4v.

En lo que respecta al ciclo, Daelim estrena un nuevo bastidor, fiel a sus principios de ofrecer plataforma plana para apoyar los pies, algo que estamos poco acostumbrados a ver en scooters GT de alta gama. Y es que, hasta ahora, la rigidez del chasis estaba peleada con las plataformas planas, a no ser que se contara con un “esqueleto” a prueba de bombas. Y eso es lo que ha hecho Daelim: un bastidor cuya robustez está confiada a, nada menos, que tres tubos que parten de la pipa de la dirección (lo habitual es encontrarse con uno solo). En la toma de contacto ya hicimos frenadas salvajes con el freno delantero y, de nuevo, en esta prueba a fondo, los hemos repetido en diversas circunstancias de tráfico, y el resultado sigue siendo tan bueno como nos pareció al principio: no se inmuta lo más mínimo la columna de la dirección. 
El chasis va “vestido” con un diseño moderno, bien logrado estéticamente y rematado con una serie de “gadgets” que lo hacen muy exclusivo, y cuya descripción tienes pormenorizada en el vídeo que ha elaborado nuestro equipo técnico y que acompaña a este artículo.

A bordo

Por tamaño exterior, el S3 no alcanza las dimensiones de los GTs grandes del mercado, pero sí que es más grande que los GT compactos. Es un punto medio que le permite recoger las ventajas de ambas categorías: la amplitud de la posición de conducción (tanto para el pasajero como para el conductor) y la manejabilidad en conducción urbana. Sus 1.500 mm de distancia entre ejes suponen 35 mm más que un Burgman y 45 menos que un X-Max. Es muy ligero, 159 kilos declarados -algo más en nuestra báscula con casi 13 litros de gasolina en su depósito-, como un Burgman (uno de los GT más livianos del mercado), lo que permite no lastrar demasiado sus 125 cc, y sus ruedas de 14 y 13 pulgadas le hacen rodar más cómodo en carretera abierta.

El puesto de conducción ofrece una altura de asiento bastante contenida, 745 mm, con los que no hay ninguna dificultad en llegar al suelo con los dos pies por bajo que seas. Eso tiene un precio, y es no poder ofrecer espacio para dos cascos integrales debajo del asiento: solo cabe uno y acompañado de uno abierto (depende del modelo). Una buena noticia para los altos es que el manillar es lo suficientemente elevado como para poder maniobrar sin golpearte las rodillas.

En general es cómodo. En uso urbano se agradece el suelo plano para tener más libertad con los pies e, incluso, transportar un objeto grande entre ellos. La agradecida ergonomía del puesto de conducción permite llevar las piernas correctamente flexionadas, aunque lo más natural es estirar las piernas a lo custom. Sin embargo, la plataforma de apoyo para esta posición es demasiado estrecha y medio pie quedará “al aire”. Si bien el respaldo del conductor se puede regular por medio de unas palomillas en su base, lo cierto es que, para tallas medias, es suficiente la posición más retrasada. En esa postura custom que te acabamos de mencionar, el respaldo contribuye a un confort notable y será en la que más tiempo vas a ir, con toda seguridad.

El cuadro de instrumentos del S3 lo tiene todo. Lo componen tres esferas, un grupo de testigos y la información en digital. De noche se ilumina con un tono azul para la parte analógica y verde para la digital. Hasta en el último detalle se nota que Daelim ha querido cuidar al máximo el diseño en este S3. El parabrisas ahumado resulta demasiado bajo y no ofrece protección cuando coges velocidad. Es más recomendable el parabrisas alto y transparente que se ofrece como opción, con una altura justa para no tener que ver a través de él y mucho más efectivo. En carretera abierta vuelven a fallar los rodillos pesados con la velocidad máxima y, a pesar de pasar de los 100 km/h reales (el velocímetro miente como un cosaco) es susceptible de mejora con la potencia que entrega el motor. Ese desarrollo largo se nota cuesta abajo y en su velocímetro puedes leer casi los 140 km/h del fondo de escala.



Línea de tierra

Nos metimos con él a fondo en su medio: la ciudad. En los fuertes atascos de hora punta sale a relucir brillantemente su buen radio de giro. Ya tienen que estar los coches pegados y embutidos para no encontrar un resquicio por el que zigzaguear con el S3. Lo que no invita es la suspensión trasera: excesivamente dura y no termina por arreglarse aún pasando a la posición más blanda (viene de serie en la segunda posición). Por ello, cualquier zanja mal acabada la sentirás por todo el cuerpo.

Aunque en la primera toma de contacto los frenos no nos convencieron, en la unidad que probamos durante tiempo más prolongado y con oportunidad de rodarla por distintos escenarios, demostraron que van correctos. No obstante cuenta con discos lobulados de 240 mm delante y 220 detrás. Están combinados en la maneta izquierda dando, a nuestro gusto, demasiada contribución al delantero. Se dosifican de forma correcta, aunque, llevados al límite de la clavada, les falta algo de mordiente final. Seguro que los latiguillos convencionales tienen que ver mucho en esto.

 

En compañía

Todo el mundo a bordo de la S3 va contento. La alta maniobrabilidad de la que antes dejamos constancia ayuda al piloto a negociar los serpenteos urbanos sin necesidad de esfuerzos extras por llevar compañía a la espalda. Por parte de nuestro pasajero, tampoco habrá queja posible, ya que el espacio asignado para él es suficiente en amplitud, muy cómodo de mullido, y si encima dispone del accesorio opcional del respaldo lumbar, ya no se nos querrá bajar. Eso sí, notará también la dureza de la suspensión trasera. Dispone, además, de estriberas autoplegables, con un ingenioso e higiénico sistema que hace posible su manipulación sólo con el pié y de manera comodísima. Las asideras tienen una ergonomía amable para ir sujeto sin que se resientan las manos, aun sin llevar guantes.

                                              Con lupa

Uno de los accesorios que ofrece Daelim para el S3 es este falso travesaño central que hace de guantera con cerradura. Se pierde el suelo plano, pero se gana en capacidad de carga y en aspecto deportivo. Las estriberas del pasajero se despliegan automáticamente al presionar el botón. Una solución muy higiénica y cómoda (no hay que agacharse). Se recogen simplemente llevándolas a su posición original. Caballete lateral complementando al central. El S3 se apoya sobre él de forma muy estable, ya que no se recoge solo. Una buena solución para los “aparcamientos” rápidos.
El motor tiene nombre: Fi4. Muy compacto en tamaño y su funcionamiento no defrauda. El grupo termodinámico viene del Roadwin R con refrigeración líquida y culata 4v y DOHC. El llavero es la llave inteligente del S3. Basta que se encuentre a menos de un metro para que se pueda arrancar. Si no se encuentra cerca, el encendido queda completamente inmovilizado con la dirección bloqueada. La guantera de la derecha no tiene cerradura y en su fondo se puede ver el nivel del vaso de expansión. La central (con cerradura) incluye la toma de corriente. Debajo del pomo del contacto, se encuentra el botón para abrir el asiento.
La tapa de la izquierda se abre desde el pomo de contacto y esconde el tapón de gasolina. El tubo que lo conduce al depósito bajo el suelo es muy estrecho y obliga a repostar lentamente. Tren delantero compuesto por rueda de 14 pulgadas, freno de disco lobulado de 240 mm y pinza de doble pistón. El pistón pequeño es el que se combina con el freno posterior a través de la maneta izquierda. La iluminación impacta. El faro central es multicónvex con bombilla halógena y está flanqueado por dos rosetones de luz de posición, compuestos a base de diodos LED de color blanco azulado.
El hueco bajo el asiento permite llevar un casco integral en la parte posterior y otro abierto delante. Todo el fondo está recubierto de terciopelo para proteger el contenido y dispone de iluminación. Los LEDs también se emplean en el piloto posterior. Se hacen ver muy bien, con la ventaja de que es imposible fundirlos, y tienen un consumo eléctrico muy bajo. Encima, una fila de LEDs que hace de segunda luz de freno. El escape con doble salida impresiona, aunque el sonido que emite es casi imperceptible. El freno de disco trasero es de solo 220 mm montado sobre rueda de trece pulgadas con neumático de perfil bajo.

 El detallazo

La tecnología de vanguardia es una constante a lo largo y ancho de este scooter. Una de las principales características del S3 es que no cuenta con llave de contacto. En su lugar, se emplea un emisor-llavero que, a un radio de 1 metro, permite poner el scooter en marcha libremente. Además, se activa todo el sistema centralizado integral: basta girar un pomo a modo de llave para desbloquear/bloquear la dirección, abrir la trampilla del depósito de gasolina o de forma automática el asiento.

Si falla la batería, con tantos elementos electrónicos dependientes de ella, que no cunda el pánico: se deberá emplear la llave convencional para abrir la guantera central, accionar un tirador para abrir el asiento manualmente, y ahí tenemos la batería, en la zona delantera y muy accesible, para ser cambiada sin problemas.

Pero es que, además, la llave inteligente hace de inmovilizador, bloqueando el encendido si no se encuentra cerca del scooter. Buen antirrobo donde los haya. Pero, ojo con las zonas de inhibidores, ya que neutralizarán el contacto (nos ha pasado y nos volvió locos). En definitiva, una solución comodísima: basta con llevar la llave inteligente en el bolsillo para poner en marcha el S3 sin tener que buscarla ni introducir la llave en la cerradura. En invierno también resultará muy funcional, ya que te permite bajar a la calle con los guantes puestos -y las manos calentitas- y no tienes que hacer otra cosa que sentarte, girar el pomo y apretar el botón de arranque para salir pitando sin airear ninguna parte del cuerpo buscando las dichosas llaves.

 

Tecnología
Precio ajustado
Equipamiento
Suspensión trasera dura
Hueco bajo el asiento
Ajuste variador

 

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Aceleración 0-50 m 5,37 s (50,6 km/h)
Aceleración 0-100 m 8,52 s (62,3 km/h)
Aceleración 0-400 m 22,24 s (90,3 km/h)
Aceleración 0-1.000 m 44,28 s (102,0 km/h)
Aceleración 0-100 km/h          27,35 s (565 m)
Velocidad máxima 106,3 km/h
Consumo 4,38 l/100 km
Autonomía 290 km
Peso total lleno 176,3 kg
Reparto tren delantero 42,7%
Reparto tren trasero 57,3%

 

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería imágenes


Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO del Daelim S3 125

 

Rivales directos Aprilia Atlantic 125
Honda S-Wing 125
Kymco SuperDink 125i
Peugeot Satelis 125 Premium
Piaggio X7 Evo 125 ie
Piaggio XEvo 125
Suzuki Burgman 125
SYM GTS Evo 125
TGB X-Motion 125
Yamaha X-Max 125

 

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