- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Venancio L. Nieto
- Fecha – 02/09/2011
No hay mejor fórmula para la crisis: dar mucho por muy poco. Con la Roadwin R, Daelim no hace una excepción: una moto deportiva de 125 cc con un potente motor de 15 CV refrigerado por agua y con mucha tecnología (doble árbol de levas DOHC, 4 válvulas, eje de equilibrado antivibraciones,…) Incluso aporta una imagen renovada y un buen nivel de equipamiento. Y todo ello por tan solo 2.699 €.
Desde que se incorporó Daelim en nuestro mercado, su política fue de lo más agresiva dando mucho por muy poco. Aquel “efecto Daelim” impulsó a la marca con sus primeros scooters de 125 y 50 cc, aprovechando también la estela que dejaron los automóviles coreanos en cuanto a la imagen de productos de buena calidad a precio competitivo.
Y sus responsables del grupo Onex siguen aplicando la misma filosofía a todos los modelos procedentes de Corea del Sur en nuestro mercado. La Roadwin R que ponemos aquí a prueba es un buen ejemplo de esa forma de vender motos: una moto deportiva de 125 cc que en líneas generales va muy bien (también tiene sus defectillos) y que buena parte de ese buen comportamiento está apoyado en la moderna tecnología aplicada principalmente a su propulsor.
Con el modelo naked Roadwin tiene muchas cosas en común. De hecho, en Daelim no ocultan que se haya compartido el mismo bastidor de doble viga en acero (denominado por ellos Type D Frame), más que sobredimenmsionado para una 125 cc y que se ha aprovechado para ofrecer en una versión de 250 cc con casi el doble de potencia que esta 125 cc. También comparte horquilla, suspensión trasera, ruedas, neumáticos y frenos, así como el depósito de combustible con 15 litros de capacidad.
Pero aunque entre esta deportiva Roadwin R y la naked Roadwin solo haya en la denominación una simple letra R mayúscula de diferencia, lo cierto es que el resto de los detalles marcan comportamientos y prestaciones muy diferentes. Comenzando con el motor, esta Roadwin R estrena una mecánica propia muy diferente a la base Honda CB modificada que utilizan la naked y custom de la marca. Sin duda, el listado tecnológico es uno de los más completos de la categoría y algunas de sus características se recogen en los dos laterales del carenado: refrigeración líquida en cilindro y culata (LCE, Liquid Cooled Engine), culata de cuatro válvulas con doble árbol de levas (DOHC 4 Valve), inyección electrónica (DMIC-FIS) y un eje de equilibrado conectado al cigüeñal para minimizar las vibraciones, son los responsables de obtener 14,8 CV de potencia a 10.500 rpm. Este mismo grupo termodinámico se emplea también en el scooter S3 solo que adaptado a una transmisión automática.
La Roadwin R se completa con un atractivo “traje de largo”: un carenado integral que solo deja asomar un disco rojo en ambas tapas laterales del cárter motor y que muestra en su parte delantera una agresiva doble óptica de faro halógena con la luz de posición en el centro inferior del cristal del carenado.
Aunque se trate de un modelo lanzado en el 2007, lo cierto es que recibió justo el año pasado una profunda revisión en la parte posterior. El cambio estético que aporta esta última versión de la Roadwin R y que podéis ver en las fotos es de lo más acertado: un colín muy afilado que se completa con unas asideras tipo spoiler, piloto trasero de dimensiones más reducidas compuesto por diodos LED y guardabarros con formas minimalistas. El “restyling” refuerza la imagen agresiva de este modelo. Los que queráis recordar como era antes, simplemente consultar la galería de fotos de la Roadwin naked o su prueba.
A bordo
Al natural te sorprende el gran tamaño que tiene la Roadwin R. Es más, para alguien que no esté muy puesto en modelos de 125 cc (obviamente no visita Moto125.cc) tendrá serias dudas razonables de si se trata de una moto de 250 o incluso de 500 cc. Y es que a Daelim le gusta jugar con ese “beneficio de la duda” porque no es que lo ponga muy pequeñita la cifra de “125” en alguna parte de su carrocería como ocurre en otros modelos, simplemente no aparece en ningún sitio. Seguro que más de un usuario va a presumir de “moto gorda” con ello y también más de un agente de la ley, con esa avidez recaudatoria que estamos sufriendo, va a sorprenderse cuando compruebe al solicitar el permiso de circulación y la ficha técnica que se trata de una modesta moto de convalidación.
Tiene cuerpo de moto grande y gracias a ese tamaño, la posición de conducción está también sobredimensionada. El asiento está a 780 mm de altura y puedes llegar bien al suelo porque el chasis y carrocería se estrechan en esa zona. Poniendo los pies en las estriberas adoptas una postura muy natural y descansada, sin flexionar demasiado las piernas. Si por fuera aparenta ser una agresiva Supersport, lo cierto es que no se emplea una posición de conducción tan radical, y por tanto, las estriberas no están tan retrasadas e incluso los semimanillares se elevan sobre la tija superior para no forzarte a cargar peso sobre el tren delantero, algo muy efectivo en conducción deportiva pero nada cómodo si vas a rodar mucho tiempo sobre la Roadwin R o si la vas a emplear en trayectos urbanos. En la práctica es más Sport Touring que Supersport y, a no ser que quieras esconderte detrás del carenado apoyándote en el depósito para estrujarle la velocidad máxima en los trayectos por carretera, lo cierto es que, lo que te pide es conducir con la espalda erguida. Es muy cómoda y acepta muy bien los viajes largos sin fatigar al que va encima ni al motor. Todos los mandos de las piñas y las manetas están bien colocados y tres cuartos de lo mismo ocurre con los pedales de cambio y freno. Lo único que no está muy bien conseguido es el cuadro de instrumentos, no porque le falte información que en ese sentido tiene mucha más que otras 125 deportivas de superior precio, sino porque Daelim comprime demasiado todo el conjunto habiendo espacio de sobra detrás de la cúpula, y ni se luce ni se hace ver bien de reojo.
En ese turno de críticas tampoco están bien conseguidos los retrovisores. Es algo habitual en las motos que los llevan fijos al carenado y en las que se conduce erguido: que te ves muy bien los hombros y sobre todo si eres corpulento, ocultando parte de lo que hay detrás. Para consultar ese ángulo muerto, te obligan a echarte a un lado.
Respecto al motor, le ocurre como a todos los “doble árboles” que han pasado por nuestras manos (Hysoung Karion/RX, Daelim S3, Derbi GPR/Terra/Mulhacén/Senda DRD, Aprilia Scarabeo y en menor medida, la KTM Duke) y es que son más ruidosos mecánicamente y, aunque este Daelim monta un eje de equilibrado, le falta finura. Antes veíamos que estéticamente aparentaba ser más agresiva que lo que su posición de conducción te dice. Pues en el motor no ocurre esto: es un motor nervioso y divertido que le gusta girar a altas revoluciones. Pura deportividad. De hecho si vas en plan tranquilo por ciudad llevándolo por debajo de las 6.000 vueltas, no se encuentra cómodo y le falta empuje; das un golpe de gas y no responde de inmediato a tu solicitud. Habrá que bajar una marcha y te encuentras con que solo tiene cinco. Un motor tan alegre necesita mucha marcha (valga la redundancia) y muy próximas entre sí (cambio cerrado) para mantenerlo siempre en la zona de revoluciones donde se encuentra cómodo. Esa zona de utilización del motor va desde las 8.000 revoluciones hasta que el motor se “muere” en las 11.000.
Línea de tierra
Toda la parte ciclo heredada de su hermana la naked Roadwin sin R está muy bien resuelta. Se comporta bien tanto en carreteras reviradas como en recorridos urbanos, con unas suspensiones correctas de tarado tanto de delante como de atrás, sin tener que recurrir a argumentos más sofisticados (y caros) como horquillas invertidas, que incluso van a sacrificar su buen radio de giro en maniobras, como amortiguadores oleoneumáticos de botella separada con anclaje inferior por bieletas.
La principal limitación la ponen, como ocurre habitualmente en los modelos de Daelim, los neumáticos. Es un problema de la industria auxiliar de neumáticos coreana, que tiene que evolucionar y colocarse a la altura de los fabricantes. En las Roadwin se calzan neumáticos que cumplen pero que hay que estar pendiente de ellos porque no son de fiar sobre todo en lluvia. Si estuviéramos en un país lluvioso te recomendaríamos que no salgas de la tienda sin calzarle unos neumáticos occidentales de calidad, pero con poca lluvia puedes aguantarlos un poco y, a la mínima de cambio por desgaste o porque se desequilibran produciendo un trote molesto, pues los sustituyes.
No hay queja por nuestra parte en frenada y menos cuando las dimensiones de ambos frenos de disco están por encima de las necesidades: delante con un disco de 276 mm y detrás 220. Recuerda que sobre esta misma base ciclo, incluidos frenos y suspensiones, Daelim ofrece el modelo de 250 cc con el doble de cilindrada.
En compañía
Cualquier acompañante que haya probado todo tipo de asientos traseros, se hace cruces cuando le ofreces llevarle detrás en una deportiva y motivos no le faltan: le cuesta subirse al “ático”, va encogido con las piernas en cuclillas, no tiene dónde agarrarse, y lo pasa mal en las aceleraciones y frenazos. Pero como te hemos comentado antes, la Roadwin R es más Sport Touring que Supersport para el que conduce, y eso también es extensible para el pasajero, y con más motivo después de la remodelación que ha hecho Daelim en la parte posterior.
Lo que nadie le va a quitar son las dificultades para acomodarse porque ese asiento sigue siendo un ático con buenas vistas (nos parece incluso más alto que antes) y para “trepar” a él le vendrá bien subirse desde un bordillo alto o utilizar una de las estriberas como escalón, con gran dosis de aguante para el piloto porque tendrá que soportar el peso de más que le desequilibra.
A partir de ahí, todo son flores: es cómodo de mullido con la superficie suficiente (aunque se haya estilizado) y las estriberas están a la altura adecuada para no cansarse en posibles viajes largos que recomendábamos al que la conduzca. Lo mejor es que ahora cuenta con asas donde agarrarse. Deberá usar la parte final de ellas porque en la parte delantera no hay espacio para introducir los dedos e incluso se los pisa con el culo. Tampoco lo ponen fácil esas asideras a la hora de subir la moto sobre su caballete central.
Con lupa
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El detallazo
En su momento, Daelim se adelantó tecnológicamente a todas las marcas de motos de 125 cc produciendo un monocilíndrico propio con todos los últimos avances tecnológicos posibles. Aunque se declaren oficialmente casi 15 CV, según nos han comentado los técnicos de la marca en España, es capaz de rendir mucho más.
La mecánica refrigerada por agua emplea doble árbol de levas DOHC en culata, dedicando cada uno de ellos a accionar o bien las dos válvulas de admisión o las dos de escape.
La alimentación de combustible corre a cargo de un sistema de inyección con gestión electrónica, y el cigüeñal, además de mover la bomba de agua por el lado derecho del cárter (como se muestra en la fotografía) hace girar en sentido contrario un eje de equilibrado para reducir al mínimo las vibraciones que se producen. Todo ello reducido a unas dimensiones muy compactas.
Es una pena que se haya mantenido una caja de cambios de cinco velocidades en lugar de seis para poder sacarle todo su jugo a la caballería. De hecho, sin ese pequeño detalle se podría equiparar con el codiciado propulsor de la KTM Duke 125.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 4,61 s (57,5 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 7,39 s (71,3 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 19,37 s (103,3 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 38,46 s (118,9 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 17,30 s (341 m) |
Velocidad máxima | 121,3 km/h |
Consumo | 3,74 l/100 km |
Autonomía | 401 km |
Peso total lleno | 156,9 kg |
Reparto tren delantero | 47,5% |
Reparto tren trasero | 52,5% |
Precio Prestaciones Posición de conducción |
Cinco marchas Finura de funcionamiento Neumáticos |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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Rivales directos | Aprilia RS4 125 Derbi GPR 125 4T 4v Honda CBR 125 R |
Motorhispania RX 125 Rieju RS3 125 Yamaha YZF R-125 |