- Autor del texto – Antonio Cuadra (Enviado Especial)
- Autor de fotos – ANtonio Cuadra/Keeway
- Fecha – 10/11/2013
Keeway vuelve a recurrir al equipo de diseñadores de Benelli para crear una naked deportiva que por tamaño y acabados se sitúe a un nivel muy superior por encima de la actual RKV, modelo con el que comparte muchos componentes incluyendo el motor refrigerado por aire con culta de dos válvulas.
Visto lo bien que han sido aceptadas sus RKS y RKV, Keeway va a por la tercera que de nuevo se concibe en el departamento de diseño de Pesaro (Italia) que forma parte de las instalaciones de la fábrica de Benelli. La RKX se posiciona por dimensiones incluso por encima de la RKV tope de gama actual, debido a que sobre esta base ciclo se emplearán mecánicas de mayor cilindrada y potencia, concretamente una nueva de 200 cc con culata de 4 válvulas que rinde 16,32 CV.
Sin duda, lo más destacable de este modelo es la disposición inclinada del amortiguador trasero por el lado derecho inspirado en los modelos grandes de Benelli. Aunque este amortiguador no disponga de una botella separada como lo hacen las RKV y RKS, lo cierto es que también es de funcionamiento oleoneumático (hidráulico + aire) disponiendo de una tuerca-contratuerca para una regulación continua de la precarga, regulación que es más accesible por esa curiosa disposición. El chasis es multitubular dejando parte de él a la vista por delante del punto de apoyo superior del amortiguador y del motor. La suspensión delantera también está acorde con la posterior: una horquilla invertida con gruesas barras y botellas pintadas en oro. Los frenos son discos Wave en medidas de 260 mm para el delantero y 240 para el trasero, montando delante una pinza en rojo vivo alargada con un aire a radial (en realidad es de anclaje convencional axial).
El faro nos recuerda mucho al de la RKV y detrás de ese cupolino sitúa un completo cuadro de instrumentos que combina un reloj cuentavueltas con una pantalla LCD de muy grandes dimensiones.
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