- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – Honda
- Fecha – 07/11/2017
Honda vuelve con fuerza al segmento de las motos deportivas de 125 cc con esta CB125R que no tiene absolutamente nada que ver con la CBF125. Estéticamente se inspira en su hermana mayor la CB1000R con unas dimensiones XXL que le valen para convertirse en la versión de 300 cc sin más cambios que el motor de mayor cilindrada y un escape más voluminoso.
Su aspecto impresiona con un bastidor multitubular visto y un subchasis trasero desmontable que se completa con un robusto basculante asimétrico cuyo brazo derecho adopta una forma de “banana” para salvar la salida del tubo de escape. Las suspensiones no se quedan atrás en esta pequeña (en cilindrada) gran naked deportiva: delante nos encontramos con una horquilla invertida con barras de 41 mm y detrás con un monoamortiguador ajustable en precarga de muelle con cinco posiciones.
En cuanto a frenos, hay potencia de sobra con un disco delantero de 296 mm de diámetro mordido por una pinza radial de 4 pistones y disco trasero de 220 mm con pinza de simple pistón. Todo ello acompañado por un modulador ABS de dos canales con unidad de control IMU que proporciona una distribución óptima de frenado en los dos ejes.
El motor nos recuerda por fuera mucho al de la deportiva CBR125R: un monocilíndrico refrigerado por agua con caja de cambios de 6 velocidades que, a pesar de contar con una modesta culata de 2 válvulas, declara un rendimiento de 13,3 CV a 10.000 rpm con un par máximo de 10 Nm a 8.000 rpm, gracias a una elevada relación de compresión de 11:1.
Completan el largo elenco de virtudes de este nuevo modelo una instrumentación digital LCD muy completa, faro Full-LED junto con el piloto trasero e intermitentes, un depósito de 10,1 litros que se harán interminables gracias a su bajo consumo declarado de tan sólo 2,07 l/100 km y un peso ultraligero en orden de marcha de 125,8 kg. Promete y será un digno rival para la KTM Duke, Yamaha MT y Aprilia Tuono.
