• Autor del texto – Carlos López
  • Autor de fotos – Joan Carles Orengo
  • Fecha – 16/08/2010

Las cosas no son siempre lo que parecen y si delante de ti tienes una Suzuki de supermotard, en la práctica te encuentras ante una excelente moto urbana impulsada por un nuevo motor de inyección electrónica, que es todo un ejemplo de suavidad y baja rumorosidad. Salvaje de apariencia y, sin embargo, civilizado de carácter. 


Poco a poco, Suzuki se va haciendo una gran gama de vehículos en la cilindrada del octavo de litro. A su superventas Burgman 125, le van acompañando otros nuevos modelos, también fabricados en Gijón, como el “rueda alta” Sixteen o esta DR-SM, además de los ya conocidos: la custom Marauder y la trail Van Van. E incluso cuentan con una enduro de competición como la RM125 E, perfectamente válida para conducir con el A1-B, con muchos caballos escondidos.

Las siglas DR empleadas con Suzuki se asocian, desde principios de los ’80, con modelos trail impulsados con motores monocilíndricos 4T, algo similar a las XT de Yamaha o las XL de Honda. Después pueden llevar asociada la Z cuando pretendan un uso más subidito de tono o, como en nuestro caso, las siglas SM, que se corresponden a una utilización supermotard. Lo curioso es que siempre se ha partido de una trail o enduro para realizar la SM, y en esta DR125 SM se ha pasado por alto esa versión.
La sencillez es la tónica general de este modelo. El tablero cuenta con lo mínimo imprescindible, el bastidor es un simple cuna interrumpido bajo el motor, suspensiones convencionales (eje avanzado y monoamortiguador anclado al basculante) y, como únicos detalles, en su parte posterior izquierda, una cerradura para enganchar el casco (nada recomendable) y una caja de herramientas también con cerradura, aunque vale cualquier llave. Está claro que esa sencillez repercute en un precio final justo por debajo del “medio kilo”. La estética de supermotard está muy conseguida con el característico gran freno delantero de disco y guardabarros elevado y corto, así como el enorme silenciador por el lado derecho.

A bordo

Una de las principales novedades de esta DR125 SM es, sin duda, el propulsor. Deriva del monocilíndrico que antes empleaba la Marauder, al que se le han hecho los cambios convenientes para darle una alimentación sana por inyección: bomba de gasolina, inyector, encendido con sensor de posición del cigüeñal, cuerpo de acelerador con TPS, sensores de temperatura del motor y ambiente, así como de presión, además del “cerebro” o procesador que controla todo esto para pasar holgadamente la norma Euro 3.

Con el cambio, Suzuki ha aprovechado para revisarlo interiormente y remodelar también las tapas laterales de los cárteres (además de eliminar el pedal de arranque). Su funcionamiento mejora aún más la suavidad que siempre ha caracterizado a la versión conocida con carburador, superándose con un consumo muy contenido y un golpe de gas enérgico, aunque no lo suficiente para practicar el supermotard deportivo. A pesar de su sencillez, es tirando a alta, y si mides menos de 1,70 m tocarás el suelo de puntillas. Y eso que las suspensiones ceden en cuanto te sientas. Aunque no existe una versión trail/enduro, la geometría es típica de una moto de este tipo, a la que se le ha reducido el diámetro de la rueda delantera y va un pelín más “picada” de delante para entrar mejor en las curvas.

Línea de tierra

Si lo que pensabas es entrar “en ángulo recto” en las curvas derrapando, olvídate de la DR125 SM, porque lo que le va es el uso civilizado urbano. Hacer lo que ves en la foto no es fácil, créeme. Frente a la opción Marauder 125, está mucho mejor indicada para ir por ciudad: desde su asiento en posición erguida se divisa mejor el tráfico que nos antecede, el manillar pasa por encima de los retrovisores de los coches y resulta muy ágil y ligera, aunque volvemos a insistir en lo difícil que resulta “aterrizar” cuando te paras en los semáforos.
La suspensiones tienen el tarado correcto para no flanear y proporcionar un buen confort, sin miedo a perder los empastes al pasar una zanja mal acabada. Por frenos, cumple, aunque el trasero pierda mordiente al hinchársele los latiguillos. En cualquier caso, resulta suficiente para sus prestaciones. Eso sí, es mucho mejor que el tambor convencional que monta la mayoría de sus rivales.

 
En compañía

La DR125 resulta una moto muy agradable para conducir acompañado. Otra sorpresa de una teórica supermotard, cuyo concepto principal tendría que ser más bien”egoísta” para con el piloto. El asiento es largo, incluso, para dos plazas, aunque, eso sí, un poco estrecho.
Cuesta incorporarse por su altura, por lo que, los menos altos, deberán utilizar una de las estriberas como escalón para subirse. Las estriberas están ancladas al bastidor (no transmiten las irregularidades) y vienen recubiertas de goma para filtrar las ya de por sí escasas vibraciones del propulsor. Para agarrarse, el pasajero cuenta con unas prácticas asideras laterales, bastante cómodas en cuanto a posición.

Con lupa

Espectacular tren delantero: llanta de 17 pulgadas con neumático Pirelli Scorpion, horquilla de eje adelantado y un gran freno de disco. Fíjate en el detalle de las protecciones blancas que cubren el eje y su tuerca. En la parte posterior encontramos una cerradura para colgar el casco (poco aconsejable) y la caja de herramientas con cerradura, aunque cualquier llave puede abrirlo. El asiento no se puede abrir. El motor es el mismo que utiliza la Marauder y, con seis velocidades, en la trail Van Van. Al contar con inyección electrónica se prescinde de la palanca de arranque. Las estriberas disponen de una goma no desmontable.
El tablero es sencillísimo: un reloj velocímetro con cuentakilómetros total y parcial, y cuatro testigos luminosos. Ojo con la cerradura de contacto: tiene posición ‘P’ para dejar la dirección bloqueada con las luces encendidas; si te despistas te puedes encontrar sin batería. A ambos lados del portafaros encontramos unas molduras de plástico que se prolongan hacia abajo, cubriendo las barras de la suspensión delantera. Es un recurso muy empleado para simular que cuenta con horquilla invertida. El uso de un latiguillo sin trenzado metálico repercute en un freno al que le falta la clavada final. Además, el recorrido del pedal es muy largo. De todas formas siempre es mejor que un tambor convencional.
Desprovista de plásticos y asiento se puede apreciar la simplicidad del diseño de esta DR 125 SM. En general, lo sencillo siempre es efectivo y la DR no es una excepción. Donde no se escatima es en el faro. Esta enmarcado en una careta de diseño endurístico y alumbra la parábola una bombilla halógena H4. El puño de gas es de salida lateral, para que no estorbe el cable del acelerador. Dispone de un cortacorrientes (botón rojo) para parar inmediatamente el motor.


 El detallazo

f017La principal novedad de este motor se encuentra en la alimentación: un sistema de inyección firmado por Mikuni que permite pasar con holgura la norma Euro 3 y es responsable de un consumo muy reducido.

Si bien en los scooters la alimentación por inyección electrónica está muy extendida, en motos no es frecuente, ya que los niveles de gases contaminantes requeridos se pueden conseguir en esta cilindrada tirando de carburador y “catalizando” más el escape; aunque, eso sí, la inyección permite obtener más potencia y prestaciones consumiendo menos combustible. Un brillante propulsor que “come” poco y da mucho y bien; un buen trabajo de Suzuki.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Aceleración 0-50 m 4,33 s (53,2 km/h)
Aceleración 0-100 m 7,66 s (64,5 km/h)
Aceleración 0-400 m 22,71 s (89,1 km/h)
Aceleración 0-1.000 m 46,41 s (93,1 km/h)
Aceleración 0-100 km/h         71,00 s (1.591 m)
Velocidad máxima 100,5 km/h
Consumo 3,43 l/100 km
Autonomía 262 km
Peso total lleno 131,8 kg
Reparto tren delantero 45,2%
Reparto tren trasero 54,8%

 

 Uso urbano
Suavidad de funcionamiento
Estética atractiva
Velocidad máxima corta
Simplicidad elementos
Freno trasero sin mordiente 

 

 

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio


 Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO de la Suzuki DR 125 SM

 

 

Rivales directos Beta RR 125 Motard
Derbi Senda baja 125 SM
Derbi Senda DRD 125 SM
Hyosung RX 125 SM
I-Moto Tiger SM 125
I-Moto Tigris SM 125
Motorhispania Duna 125 Sports City
Yamaha WR 125 X

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