• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – AC
• Fecha – 14/03/2019

Por problemas técnicos en nuestra página web no pudimos dar cuenta de los progresos que hicimos con la Daelim XQ1 en esta prueba maratón de 10.000 km. Tras el bautismo rutero en “La leyenda continúa” partimos el siguiente fin de semana a Alcalá de Henares. Os lo contamos con detalle así como los primeros comentarios de los que la han probado.

Nada más recibir la Daelim XQ1 de los 10.000 km, Vicente Arenas se aventuró a asistir acompañado de Teresa a la Leyenda Continúa, la concentración que reunió el fin de semana del 12 de enero a 8.237 moteros llegados de todas partes de la península. Después del viaje, la XQ1 ya contabilizaba 1.423 km, así que tocaba seguir rodando y decidimos organizar un recorrido de “cercanías” a Alcalá de Henares, sin salir de la provincia de Madrid con destino concreto a Motos Cano, vendedor autorizado Daelim que, curiosamente, se encuentra al lado de la Puerta de Madrid. Entre ambas Puertas –Madrid y Alcalá- hay exactamente 30,5 km, con un ligera pendiente a favor en el sentido hacia Alcalá de Henares que recorrí el sábado 19 de enero en unos 30 minutos con la aguja del velocímetro moviéndose sin forzar la mecánica entre los 100 y 110 km/h (en alguna ocasión probé a ponerla a 120 km/h sin dificultad).

Miguel Ángel Cano

Martín Cano

Es un viaje corto y que te lo haces de un tirón sin cansancio para el que conduce ni para la XQ1. Poco antes del mediodía llegamos a Motos Cano, allí nos esperaban Martín y Miguel Ángel Cano propietarios de la tienda, y que no dudaron en darse una vuelta larga para conocer el producto. Ambos coincidieron en que no tiene nada que ver con lo conocido de Daelim en el segmento de Gran Turismo: un scooter cómodo con un gran tamaño para lo que se espera uno encontrar en la cilindrada de 125 cc y, a pesar de ello, manejable y con buena respuesta desde parado.
Luis Miguel Ballesteros “El Mudo”

Otro buen amigo alcalaíno que quiso probar la XQ1 fue Luis Miguel Ballesteros “El Mudo” un auténtico devorador de kilómetros y asiduo a casi todas las concentraciones que se celebren en nuestra geografía. Aunque es más de moto de alta cilindrada que de scooter de 125 cc, su experiencia se remonta a una Vespa 200 cc que tuvo hace décadas. Comparada con ella, a Luis le impresionó la envergadura de la XQ1; textualmente se encontraba “como dentro de un dron” tipo cuadricóptero porque había mucho sccoter por delante del puesto de conducción en clara referencia al parabrisas y los retrovisores anclados en la carrocería delantera y no en el manillar. De ellos criticaba que al estrecharse en los extremos se perdía campo de visión, pero valoraba la eficacia del parabrisas, la excelente frenada con ABS, la salida del motor y la cómoda posición de conducción con la facilidad para llegar al suelo sin esfuerzo con las dos plantas de los pies.
Rafael Lozano

Otro ilustre alcalaíno que pasaba por allí y que se apuntó a darse una vuelta con la Daelim XQ1 fue Rafael Lozano, uno de los dos hermanos propietarios de la mayor colección de motos Bultaco que existe en todo el mundo y que se complementa con la colección de motos de campo españolas en continuo crecimiento. Detrás del futuro Museo de la Moto Española que se ubicará en la antigua fábrica Gal de Alcalá de Henares se encuentran las nutridas colecciones de Rafael y Luis Lozano además de la de motos de carretera de Ignacio Medina. Rafael se mueve en una BMW C1 de 200 (el scooter con cabina que se conduce sin casco); de la Daelim XQ1 valoró que es más fácil que llevar que su C1, sobre todo por su bajo centro de gravedad que lo pega al suelo y permite cambiar de dirección con rapidez. También coincidió en valorar lo fácil que resulta poner pie a tierra y lo cómoda y manejable que es. El motor acelera con energía, es silencioso y no muestra vibraciones.
Carlos Salas

Carlos Salas es de Alcalá de Henares y tiene una Piaggio Liberty 125. Pasaba por Motos Cano para recoger su scooter del taller y también quiso probar el nuevo GT de Daelim. Le sorprendió que siendo más voluminosa y pesada que su Liberty, la XQ1 se maneje muy bien y que su motor 4v refrigerado por agua acelere con decisión con un funcionamiento muy fino. Le encantó su comportamiento en curvas y la frenada, y también coincidió en la comodidad de su puesto de conducción.

A las 13:30 le llegaba la hora del cierre de los sábados a Motos Cano y, como consecuencia, mi vuelta a Madrid con la XQ1. De nuevo no revistió ningún problema aunque sí acusé un poco de viento de frente que me hizo reducir el crucero inicialmente en 10 km/h menos (90-100 km/h). Cuando pasé por Torrejón de Ardoz comprobé que sobraba recorrido de acelerador y decidí que podía “enroscar” un poco más para mantener el crucero de ida (100-110) sin hacer tope.