- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Gonzalo Enríquez
- Fecha – 23/4/2023
Desde 1997, el Yamaha Neo’s caló muy hondo entre el público que buscaba un scooter urbano de 50 cc (ó 100) por su buen hacer, un diseño moderno y elegante, y su practicidad para emplear a diario. Se fabricó y diseñó en España, después paso a Italia por poco tiempo, y terminó en Francia donde su motorización cambió a los cuatro tiempos. Ahora, manteniendo sus principios, se reinventa por completo con un diseño completamente nuevo, impulsado por un motor eléctrico y procedente de la filial de Yamaha en Vietnam.
El Neo’s es un scooter que ha hecho historia por su buen comportamiento, practicidad para usar a diario en los trayectos urbanos y, todo ello, acompañado de un diseño vanguardista, innovador y muy elegante. Esos mismos principios que convirtieron al Neo’s con motor de explosión los ha trasladado Yamaha al nuevo Neo’s… ¡eléctrico!
Como verás en las fotografías, no tiene absolutamente nada que ver con el Neo’s original pero sí se le reconoce por su doble óptica de faro, aunque con ciertas reservas ya que la forma de los faros es cuadrada (y no ovalada) con un borde blanco que simula tener gafas, y de la iluminación se ocupan sendos focos LED como cualquier vehículo de la segunda década del siglo XXI. También, como el original, cuenta con plataforma plana para apoyar los pies y hueco para el casco bajo el asiento (algo raro de ver en un scooter eléctrico) con capacidad para uno abierto con pantalla. De esto último, nos explayaremos en el apartado El detallazo.
El piloto trasero es demasiado modernista, para los que no lo asumamos bien parece un pegote añadido ya que no se integra en la carrocería como ocurre en cualquier otro modelo de scooter. Eso sí, todo es LED.
Y a partir de ahí, pocas similitudes más (y no igualdades) te pueden recordar al Neo’s original. Las ruedas por ejemplo, son de 13 pulgadas (12 en el original) con freno de disco de 200 mm y trasero de tambor de medida desconocida. Tratándose de un ciclomotor (velocidad máxima 45 km/h también con carnet de coche) sorprende que los frenos sean combinados CBS (no es obligatorio) e incluso se declara que cuentan con frenada regenerativa que es casi imperceptible. Precisamente la rueda trasera integra en su interior el motor de 2,5 kW (equivalentes a 3,4 CV) y 136 Nm de par, una solución que aumenta el peso suspendido del único amortiguador proporcionado por la también marca japonesa Kayaba, como también la horquilla. Pero en cambio se libera espacio en el interior del scooter para alojar la electrónica (convertidor DC-DC y controlador del motor) así como las baterías y el alojamiento para el casco al que nos hemos referido. Hay dos modos de conducción seleccionables a través de un conmutador a la derecha del manillar el STD o estándar que alcanza la velocidad máxima permitida para un ciclomotor, y el ECO, más lento, para obtener una mayor autonomía de las baterías.
Hablando de las baterías, se te entrega con dos si te haces con un Neo’s Dual Battery (4.399 €) o una en la versión estándar (3.599 €) (ambas en negro o blanco), aunque tienes espacio bajo el asiento para añadir la segunda que podrás comprar por 1.199 €. Obviamente, compensa comprar la Dual porque además lo pagas con los plazos EasyGo al 0% de interés, pero esto es nuevo ya que, hasta ahora, solo te la vendían con una batería. Cada batería pesa 8,1 kilos y puedes cargarla al 100% con el cargador que se te entrega con el scooter en 8 horas si estaba completamente agotada.
Buen detalle contar con llave inteligente por proximidad que activa un pomo de contacto a cuyo lado se encuentra el botón de apertura del asiento. Una vez está activado el pomo, pulsas el botón Run equivalente al botón de arranque y ya puedes rodar.
El cuadro de instrumento desentona. Se trata de una pantalla LCD liliputiense con la información justa en una posición próxima al piloto y que obliga a bajar la cabeza para consultarla. Hay posibilidad de conectividad con el móvil a través de la App MyRide que ya conocimos para el NMax. No se dispone de navegador reducido.
En la Neo’s eléctrica descubrimos buenos detalles como la zona expuesta a roces en la plataforma y cantos de la plataforma en un material plástico muy sufrido, o la pequeña guantera a la izquierda en el salvapiernas con toma de corriente pero ¡tipo mechero de 12V! Si quieres tener USB tendrás que comprarlo como accesorio.
A bordo
Se declaran 795 mm de altura de asiento. Parecen altos pero las tallas normales llegarán al suelo sin dificultad dejando margen a tallas menos altas gracias a que se estrecha el puesto de conducción en la zona de paso de las piernas. Iniciando la marcha y subiendo los pies en la plataforma se adopta una postura de conducción tipo monovolúmen, ya sabes, casi con las piernas colgando del asiento. Realmente cómodo. Es una postura desplazada hacia delante para aprovechar el espacio de la mitad posterior. Esto, además, te permite cargar peso sobre el tren delantero dando más precisión a la dirección, y notarás que vas muy adelantado al tener que consultar el diminuto cuadro de instrumentos agachando la cabeza y no mirándolo de reojo; quizá si se hubiera situado la pantalla en la parte delantera del manillar no habría que mover tanto la cabeza.
Cuenta con dos modos de conducción, el STD o estándar que es el que seguro que utilizarás por sus mejores prestaciones y velocidad máxima en el límite legar (45 km/h reales en llano, unos 49-50 de velocímetro) aunque cuesta abajo se pone más contenta y llegamos a ver los 60 km/h de velocímetro. Pero ojo con las limitaciones de este modo porque sus pequeñas baterías de 60 Wh te duran dando caña unos 26 km (con 2 cargadas a tope 52 km). Oficialmente se declara una autonomía por batería de 37 km, pero ya te puedes imaginar como han obtenido ese dato: a punta de gas. Sinceramente, para la autonomía en modo ECO no hemos tenido la suficiente paciencia, pero si para medir su velocidad máxima real en llano con GPS: 36 km/h.
Lo del dar caña en modo STD es relativo. Comparado con otros scooters eléctricos, el Neo’s nos ha parecido que carece del efecto Dragster que sí tienen otros modelos. Posiblemente todo esto esté justificado con la conservación de las baterías para obtener de ellas la mejor autonomía.
Lo que está muy conseguido es el cambio de batería cuando agotas la primera; ocurre cuando le queda un ladrillito en el nivel de carga. Si no paras, te aparece el testigo de la tortuga en color amarillo y se reduce la velocidad; cuando paras un momento bien por voluntad propia o porque el semáforo está en rojo, el sistema cambia automáticamente a la batería nº 2. Mucho mejor que desenchufar una y conectar a la otra que aparece en otros modelos.
El cargador que se te entrega con el Neo’s tiene una potencia de 176,4 W y se carga a tope en 8 horas. Haciendo números de servilleta, consumes 1,4 kWh. Consulto mi última factura de Ibertrola y veo que la energía me la cobran en horario nocturno a 0,126682 €/kWh sin impuestos, luego la carga me sale por 22 céntimos de euro (con IVA) recorrer 52 km (42 centimos de euro los 100 km)= una miseria.
Es un buen scooter urbano, se maneja muy bien y es ágil en horas punta: el mullido del asiento es tirando a durito pero antes de que el culo se resienta te quedarás sin batería, incluso siguiendo el método de los técnicos de Yamaha que calcularon los 37 km. Su peso es de ultraligero. Nuestra báscula registraba unos livianos 105,6 kg con las dos baterías que concentraba el 61% del peso sobre el tren posterior. Las baterías son fácilmente transportables con 8,1 kg cada una.
Línea de tierra
La calidad del Neo’s se deja sentir en los componentes empleados. Como ya hemos comentado al principio, la japonesa KYB es la responsable de las suspensiones una horquilla telescópica de simple tija con un recorrido de 90 mm, mientras que para el tren posterior se emplea un solo amortiguador con muelle de doble paso sin ningún tipo de regulación por precarga. Suspensiones sencillas de una marca con mucha calidad y que así lo hace en este Neo’s, aunque el efecto del peso suspendido del amortiguador por el motor en el buje no se puede corregir.
Los neumáticos son unos Maxxis de 13 pulgadas con generosas secciones de 110/70 y 130/70 y con la etiqueta MA-EVF que les identifica con baja resistencia a la rodadura. Afortunadamente esto no repercute en la adherencia de la goma como hemos visto en otros neumáticos ecológicos nocivos para la salud. Van muy bien y dan confianza… al menos en seco.
En cuestión de frenos nos encontramos con el típico tándem empleado en el mundo del ciclomotor de freno de disco con tambor detrás, más que suficiente para el peso y prestaciones que desarrolla con el añadido de un sistema combinado CBS mecánico (que no se obliga en los ciclomotores) por medio de un cable que une el movimiento de ambas manetas (al tacto notas que la maneta izquierda tira ligeramente de la derecha). Hay potencia dosificable pero no olvides revisar periódicamente la tensión del tambor. A todo esto, Yamaha añade otro tercer freno: el regenerativo. Sinceramente es inapreciable y como tal será difícil que aporte demasiada carga extra a las baterías; se debería regular su retención a través de la App MyRide, por ejemplo.
Historia de un mito
En 1977, la fábrica de Yamaha en Palau de Plegamans (Barcelona) concluyó uno de sus principales proyectos: un scooter urbano en la categoría de ciclomotor denominado Neo’s. El proyecto fue llevado a cabo completamente en España por Carlos Oliva (Director de PTV) ya que tanto el diseño, como el desarrollo de los primeros prototipos y producción se llevaron a cabo en las instalaciones de la fábrica. A diferencia de otros scooters urbanos, el Neo’s ofrecía un tamaño grande con ruedas de 12 pulgadas y un diseño moderno pero a la vez atractivo y elegante que fue muy bien valorador por el público femenino y usuarios adultos. Para el motor se empleó un nuevo propulsor Minarelli italiano de cárteres largos con refrigeración por aire forzado que más adelante utilizó el Jog R fabricado también en Palau de Plegamans. El mismo scooter con otros colores y marca MBK recibe el nombre de Ovetto.
En el 2002, Yamaha se saca de la manga el Neo’s 100 muy similar al 50 con un motor de Minarelli aumentado hasta los 101 cc y manteniendo los mismos frenos y neumáticos, pero cambiando la instrumentación que incluía una pequeña pantalla LCD y que también recibiría la 50 cc. No tubo el éxito que se esperaba, quizá porque la convalidación todavía no se había implantado y desapareció la producción al año siguiente. A partir ahí, los cambios en el Neo’s fueron modificaciones de escasa importancia hasta que, en el 2011, Yamaha decide cerrar su fábrica en Barcelona. La producción se cambia a Italia por breve tiempo (también se iba a cerrar) y finalmente se muda a Francia. En el 2012, aprovechando un restyling del Neo’s se cambia la motorización a un 4T tomando la denominación Neo’s 4. Finalmente, se deja de producir en 2018 superando la cifra de 600.000 unidades fabricadas. Tras un paréntesis de 4 años, el Neo’s vuelve a estar de actualidad al convertirse en el primer scooter eléctrico producido por Yamaha y fabricado en la filial Vietnamita.
En compañía
Posiblemente por la disposición de las baterías con el hueco del casco detrás, el pasajero se ha beneficiado de una rumbosa superficie sonde acomodarse, a la que le resultará de fácil acceso, disponiendo de una asidera para agarrarse que bordea el asiento y estriberas desplegables en una posición correcta y cómoda.
Con lupa
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El detallazo
Pocos scooters eléctricos con baterías extraíbles pueden presumir de contar con un alojamiento para el casco bajo el asiento. En el caso del Neo’s, cabe un casco abierto con pantalla e incluso nos atreveríamos a decir que un casco integral con calota pequeña podría alojarse siempre que circuláramos con una sola batería.
Diseño moderno y original Cualidades urbanas Capacidad de carga |
Autonomía escasa Cuadro pequeño que obliga a agachar la cabeza Toma de corriente tipo mechero 12V |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería ImágenesVer FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/IMÁGENES del Yamaha Neo’s |