• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – AC
• Autor acción – Jesús del Pozo
• Fecha – 26/11/2023

Se echa de menos el Burgman de Suzuki. Un modelo que apareció en el 2002 fabricado en Gijón, se renovó en el 2007, y tras un paréntesis apareció la tercera versión procedente de Tailandia hasta que desapareció en 2021 por el fin de serie Euro 4. El Burgman 125 se hizo un hueco en la categoría de los scooters de Gran Turismo pensando en un público de tallas no tan altas para lo que nos tenían acostumbrados los GT. Su contenida altura de asiento se había conseguido moviendo la capacidad para dos cascos integrales bajo el asiento del pasajero, disponiéndolos unidos por el hueco, a lo que se añade la utilización de una rueda trasera de 12 pulgadas.

Esa original y acertada fórmula se podía haber continuado con motores actualizados (ya pensando en la Euro 5+) de refrigeración líquida y culatas multiválvulas, así como aumentando la rueda trasera a las 13 pulgadas (14 para la delantera), todo ello completado con un nuevo diseño inspirado en el Burgman 400 actual, el único superviviente de esta familia.

Sin embargo, Suzuki no le ha dado continuidad al Burgman 125 como tal, y ha optado por importar de su fábrica de la India este otro Burgman Street EX 125 que no tiene nada que ver con su predecesor, es más, no se trata en absoluto de un scooter GT, teniendo solo en común el nombre con el logotipo original.

Para empezar, no emplea un motor de refrigeración con el que obtener un mayor rendimiento. Se trata de un sencillo motor de refrigeración por aire forzado con culata de 2 válvulas que entrega 8,6 CV, cuando el último Burgman 125 €4 rendía 12 CV. A esto hay que añadir que la rueda posterior es de 10 pulgadas, cuando el Burgman auténtico utilizaba de 12 pulgadas (y nos parecían poco), y que el freno en esa rueda es de tambor (130 mm) combinado con el delantero por un sencillo cable mecánico en el interior del manillar (el Burgma €4 empleaba ABS).

El completo cuadro de instrumentos de aquel Burgman combinaba dos relojes analógicos (cuentavueltas y velocímetro) con más información en pantalla LCD (lógicamente se tendría que poner al día con una pantalla TFT a color), mientras que el que nos ocupa recurre a una pantalla LCD muy nítida con la información necesaria. Sí es verdad que el nuevo Burgman Street se acoge a la iluminación LED para el faro y piloto, aunque no al 100% como demuestran los intermitentes por bombilla incandescente coloreada en naranja.

Curiosamente nos llega de la India la versión más básica de este modelo, porque como puedes comprobar en su página web existe otra idéntica dotada con ruedas de 12 pulgadas en ambos ejes (manteniendo el freno de tambor detrás) y con la pantalla LCD que incluye navegación paso a paso con conexión Bluetooth con el móvil.

Y ya para acabar con las diferencias, está el tema de la capacidad de carga. Aún utilizando rueda de 10 pulgadas que se “come” poco paso de rueda, el hueco bajo el asiento está limitado a tan sólo 21,5 litros que da para un casco integral de calota pequeña sin adornos, más dos pequeñas guanteras en el escudo (una de ellas abierta) sin cerradura conteniendo la de la izquierda una toma USB retroiluminada a 5V (en el Burgman €4 una toma de mechero de 12V). Eso sí, el Street aporta dos ganchos cuando su supuesto predecesor no contaba con ninguno (la verdad es que el gancho que se encuentra bajo la parte delantera del asiento no vale para mucho).

Para que no parezca un engaño, Suzuki añade el apellido Street que hace referencia a su utilización ciudadana para lo que se emplea una plataforma plana donde apoyar los pies. ¿Y cómo clasificar al nuevo Burgman Street? Pues tampoco lo podíamos hacer como polivalente, porque le dan mil vueltas los líderes PCX y NMax, así que nos quedaremos con que es un scooter urbano elegante, como también lo son el Address 125 y Adonis 125 con los que comparte la misma plataforma de bastidor y motor (y rueda trasera con freno de tambor).

Y llegamos al precio: acaba de subir y se coloca en 3.099 € (colores negro brillante y el gris de nuestra prueba) superando la barrera del medio kilo, a nuestro parecer caro ya que por ese importe (o incluso menos) puedes hacerte con un polivalente mejor dotado.

A bordo

Hay veces que no entendemos cómo se mide la altura del asiento. Por lo general 800 mm desde el suelo es una distancia crítica que separa los vehículos adaptados a tallas bajas de los de altas. Pero en el Burgman Street se declaran 788 mm que están muy cerca de esa cifra crítica, aunque en la práctica, juraríamos que son mucho menos ya que, una talla media entorno a los 170 cm, llegara con las dos plantas de los pies y con mucho margen ya que mantiene las rodillas flexionadas.

Cuando te pones en marcha, te encuentras cómodo con la espalda erguida y una buena distancia entre plataforma plana y asiento para no tener que ir en cuclillas. Incluso, como en el Burgman original, puedes estirar las piernas apoyando los pies en las plataformas inclinadas para relajarte si los semáforos de una avenida están sincronizados o en vías de circunvalación. Porque, si lo que pretendes es salir a carretera abierta, te encontrarás que pasar de los 100 km/h en su velocímetro es francamente difícil. En llano, dedicándole tiempo a que se lance, verás los 102 km/h que se corresponden con 93,8 km/h de los de verdad, insuficientes para rodar al ritmo del resto del tráfico. Cuesta abajo se pone más contenta y llegas a ver los 109 km/h que no podrás superar por la presencia del corte de encendido.

Así que, donde se encuentra a gusto es en ciudad. Aquí, su bajo peso (nuestra báscula da 110,7 kilos con depósito lleno, por debajo de los 112 kg declarados), corta distancia entre ejes de 1.290 mm y ruedas pequeñas, convierten al Burgman Street en un utilitario urbano de lo más efectivo. A esto se suma un consumo muy por debajo de los 3 litros a los 100, concretamente con la conducción nuestra habitual dando caña llegamos a los 2,75 l/100 km. Y si te da por intentar mantener el testigo “ECO Drive” encendido lo máximo posible (unos 70 km/h en llano, según el velocímetro) podrás bajar hasta los 2,2 litros/100 km según indicaba el cuadro de instrumentos. Muy eficiente el sistema SEP (Suzuki Eco Performance) que, en el Burgman Street se convierte en SEP Alpha con EASS (Auto Engine Stop Start) con parada a ralentí muy silenciosa e inmediata.

Línea de tierra

Las suspensiones se basan en una horquilla con barras de 33 mm y un único amortiguador trasero que prescinde del ajuste en precarga. El tarado tiende a ser duro y rebotón sobre todo de atrás. Al menos, al no existir ajuste de precarga, se adapta al peso extra de un pasajero.

Por neumáticos, el Burgman Street recurre a unos Dunlop Runscooter D307 que te sacan de un apuro incluso los días de lluvia. El efecto de la rueda posterior de 10 pulgadas, hace que colee ligeramente de atrás al dominar la rueda delantera de 12 pulgadas.

Y por frenos va justito con un disco delantero de 190 mm y tambor trasero de 130 mm que te obliga a mantenerlo siempre con la tensión correcta actuando sobre el tensor de la palanca. Es una combinación que no es para presumir sobre todo dado el precio del scooter. A pesar de que desarrolla una baja velocidad, la potencia es insuficiente si se rueda al máximo.

En compañía

Buen trato para nuestro acompañante. No sólo dispone de amplia superficie para acomodarse sino que también cuenta con un mullido cómodo, sólidas asideras integradas con el portabultos para agarrarse y estriberas desplegables en la posición adecuada.

El detallazo

El nuevo Burgman se acoge a la tecnología SEP que permite un mayor rendimiento sin que repercuta en el consumo. Así, por ejemplo, se cuenta con un conducto de admisión que favorece la dispersión de la mezcla aire-gasolina, disponiendo la válvula de mariposa de perfil de doble curva. También se ha optimizado la forma de la cámara de combustión, el encendido para conseguir la mejor combustión, y un ángulo de apertura de sus dos válvulas muy corto. En esa mejora de rendimiento se han minimizado las fricciones con un pistón de falda corta, segmento rascador de aceite de baja tensión, camisa del cilindro con mayor porosidad y balancines con rodamientos de rodillos.

Con lupa

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El freno delantero es muy simple: un disco de 190 mm mordido por una pinza de simple pistón. Al menos hay calidad, ya que lo firma la japonesa Nissin.	El motor es extracompacto y se podría confundir con el de un ciclomotor. Tiene patada inicial para una aceleración inmediata y resulta suave y muy silencioso.
La pata de cabra o caballete lateral se incluye de serie. Es de las que no se pliegan solas incluyendo un interruptor de seguridad que corta el encendido si está desplegada.	El Burgman Street, junto con sus hermanos Avenis y Address, son los únicos vehículos Euro 5 dotados con pedal de arranque. Un detalle que te vendrá bien el día que te quedes sin batería.
Casi cuando hemos cumplido la cuarta parte del siglo XXI seguimos viendo scooters de 125 cc con freno trasero de tambor. El elevado precio del Burgman Street no lo justifica.	En la parte superior de la caja reductora encontramos el sensor de velocidad. No te asustes cuando dejes el scooter a ralentí sobre el caballete central porque el velocímetro indicará que te estás moviendo.
En el tren posterior solo encontramos un único amortiguador con tarado duro y sin posibilidad de regular la precarga. No presenta problemas de torsiones por la ausencia de otro a su derecha.	Las estriberas desplegables del pasajero están bien situadas para que se encuentre cómodo. Son de fundición de hierro con un dentado antideslizante.
De serie incluye un parabrisas transparente muy corto de función meramente ornamental ya que no desvía lo suficiente el aire ni siquiera para cubrir el pecho.	El faro se compone de tres elementos pegados entre sí. El módulo central contiene dos focos LED dedicados a las luces cortas, mientras que los de los extremos se dedican a las largas que se iluminan conjuntamente con las cortas. En cima de las largas se sitúan sendas guías luminosas a modo de cejas.
En los cantos superiores del paso de rueda delantera se encuentran los intermitentes. Son el único elemento del alumbrado no LED.	La llanta delantera de 12 pulgadas con cinco palos aporta un plus de estabilidad frente a sus hermanos Avenis y Address que montan de 10. Los neumáticos Dunlop D307 dan confianza incluso en mojado.
Un scooter con aire forzado es típico de mecánicas sencillas in demasiadas pretensiones en cuanto a potencia que se deberían corresponder con precios de adquisición asequibles.	El silenciador aparenta un gran tamaño, aunque se debe a la moldura plástica que lo envuelve y que evita quemaduras. Muy efectivo en cuanto a ruidos.
Por el lado derecho de la rueda trasera no hay ni semibasculante ni amortiguador derecho, facilitando el desmontaje de la rueda.	Pocos scooters con plataforma plana para apoyar los pies la combinan con plataformas inclinadas para conducir más relajado con las piernas estiradas.
En la parte derecha del salvapiernas encontramos una guantera abierta y, junto a ella, la llave de contacto que centraliza el bloqueo de la dirección y apertura del asiento disponiendo de obturador del bombín. Ojo al bloquear la dirección porque es fácil pasar a la posición “P” donde se quedan encendidas las luces.	Un solo mando en la piña derecha: un conmutador que activa o desactiva la parada a ralentí AESS (Auto Engine Stop Start) y que presionando más abajo hace de botón de arranque.
En la piña izquierda encontramos los mandos habituales de buen tacto y bien colocados. El conmutador de cortas/largas no incluye la posición de ráfagas.	Los espejos retrovisores son sencillos con un mástil de varilla que no incluye un guardapolvos de goma en la articulación superior. No asoman demasiado de los extremos del manillar.
En la parte superior central del salvapiernas se encuentra el gancho donde colgar la mochila, bolso o bolsas. Es del tipo fijo no escamoteable y no lo incluía el Burgman anterior.	Hay otro segundo gancho, esta vez escameteable, justo debajo de la parte delantera del asiento. No resulta demasiado útil ya que se encuentra muy poco elevado respecto de la plataforma plana.
A la izquierda del salvapiernas encontramos una segunda guantera lo suficientemente profunda y con tapa que lo cierra pero sin protección de carradura.	En el interior de la guantera con tapa se encuentra una toma de corriente USB. Tiene la peculiaridad de que el contorno esta retroiluminado en azul para ayudar en la conexión.
El caballete central es muy robusto. Es algo típico de los scooters hindúes (ya lo vimos en el Honda Lead 100). Fíjate en los refuerzos que tiene la palanca.	Se ha cuidado el diseño del piloto trasero. Dos guías luminosas horizontales se iluminan con la luz de posición y los seis pequeños focos entre ellas lo hacen con la luz de freno. Lo estropean las bombillas incandescentes.
Detrás del hueco para el casco se encuentra el depósito de gasolina con capacidad para 5,5 litros de combustible. El tapón cierra por sistema de bayoneta.	El hueco bajo el asiento tiene capacidad para 21,5 litros, suficiente para dar cabida a un casco integral, aunque de calota pequeña y sin adornos. Detrás hay un bolsillo para llevar la documentación.
El cuadro de instrumentos se basa en una pantalla LCD muy nítida con información más que suficiente destacando el nivel de temperatura del motor (nunca visto en motores de aire forzado) y consumo instantáneo/medio.	El penúltimo y último Burgman juntos. Comparando ambos se han perdido muchas ideas geniales que le permitían mantener un nicho exclusivo en el segmento de los scooters Gran Turismo.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Uso urbano Altura asiento Consumo reducido	Velocidad máxima Precio elevado Freno trasero de tambor

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/IMÁGENES del Suzuki Burgman Street EX125