- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Fernando Sánchez
- Fecha – 7/7/2024
La industria de la moto china ha cambiado mucho en los últimos años con modelos que compiten de tú a tú con sus rivales occidentales: imagen atractiva, buen comportamiento, potentes y sofisticados motores, equipamiento tecnológico, fiables y con precios muy asequibles. Un buen ejemplo de lo que decimos lo tenemos con esta Voge 125R, una naked deportiva cuyo fabricante luce con orgullo su marca con gran tamaño en el depósito y que no defraudará por comportamiento, ni menos por un precio muy por debajo de la barrera del “medio kilo”, 2.887 €, incluyendo seguro gratis por un año y garantía de 5 años.
Las primeras motos chinas llegaron justo con el comienzo del nuevo milenio. Consiguieron convencer a un público que aún no se beneficiaba de la compatibilidad con el carnet de coche sobre todo por su bajo precio y una imagen “fusilada” de otros modelos conocidos. Era, en teoría, la opción de estrenar una moto nueva incluso a un precio más barato que una de segunda mano. Pero ese bajo precio se traducía en una bajísima calidad, sobre todo en materiales, a lo que se añadía la total ausencia de servicio postventa sin apenas stock de recambios. Al final esos “chollos” de motos acababan abandonadas por sus dueños que finalmente optaban por marcas conocidas.
Ahora la cosa ha cambiado. Dicen que China se parece al Japón de la década de los ’70 que no vivimos, pero sí ya consolidada su fortaleza sobre la industria europea a mediados de los ’80. Los grandes grupos chinos al que pertenecen marcas como Zontes, QJ Motor, Voge y Cyclone están revolucionando la imagen de la moto china con diseños originales incluso encargados a prestigiosos diseñadores italianos, motores sofisticados que cumplen con la directiva de emisiones y proporcionan potencia y prestaciones sin olvidar la fiabilidad que se manifiesta con dilatadas garantías por encima de lo exigido, buenos comportamiento y, como remate final, un precio muy atractivo. Ante la inmensidad del mercado doméstico chino, la producción para Europa de estas marcas son casi migajas, pero les supone un gran prestigio participar en nuestro exigente mercado que les ayuda a superarse aún más.
La Voge 125R que traemos a nuestra prueba a fondo y de la que ya os dimos un primer contacto muy positivo es un buen ejemplo de ese cambio. En este caso, el diseño se ha encargado al italiano Massimo Zaniboni, bien conocido por nuestros lectores de Moto125 y que se ha basado en la espada para su creación. Como buen ejemplo de la escuela italiana, emplea un bastidor multitubular que parte de la pipa de la dirección atravesando el depósito y formando una estructura perimetral que prescinde de la cuna inferior al emplear al mismo motor como elemento estructural. El bastidor se complementa con un basculante asimétrico en fundición de aluminio que, por el lado derecho, adopta una forma de banana para salvar la salida del escape.
El alumbrado se confía al 100% a la tecnología LED con un faro mono-óptica con sus dos focos y dos segmentos por encima a modo de cejas con gesto desafiante que hacen de luz de posición. Detrás, el piloto trasero adopta una firma en segmentos en forma de “L” cuya intensidad aumenta al accionar los frenos. Hay un tercer elemento luminoso por cada lado de la moto que consiste en una guía luminosa que discurre en la parte superior de los aletines del depósito y que está desconectada posiblemente por temas de homologación, pero que puedes activarlas levantando el depósito y conectando el conector que encontrarás suelto (que no se te olvide desconectarlo cuando te toque pasar la ITV).
Para la instrumentación se ha adoptado una pantalla LCD en negativo iluminada por LED con un falso color conseguido por una lámina transparente coloreada superpuesta. Una solución más llamativa que el triste LCD monocolor, pero sin las posibilidades creativas del TFT, aunque sí que incluye mucha información con la excepción de la conectividad. Bajo la pantalla, a la derecvha, se incluye una toma de corriente USB.
Suspensiones muy pintonas con una horquilla invertida con barras de 35 mm y 110 mm de recorrido, y monoamortiguador con ajuste de precarga por tuerca-contratuerca aunque de difícil acceso.
Las llantas son de 17 pulgadas con sus correspondientes neumáticos de la nueva compañía Helios con una estructura interna de capas radial, tecnología más empleada en motos deportivas de alta cilindrada. Los frenos de disco asociados a las llantas son de 276 mm con pinza de doble pistón en el tren delantero, y de 220 con pinza monopistón en el trasero que se completan con un modulador ABS de doble canal independiente.
A su potente motor de 15 CV y 12 Nm, le dedicaremos, como se merece, el apartado el detallazo.
Respecto al precio, su importado Voge Ibérica sigue manteniendo el competitivo precio de 2.887 €, muy por debajo de la temida barrera del medio kilo. Ese precio incluye seguro gratuito por un año y garantía de 5 años. Como habrás comprobado, esa cifra está muy por debajo de su directa competencia que se ofrece desde poco menos de los 5.000 € hasta casi rozar los 6.000 €. Se ofrece en dos combinaciones de color: negra con detalles en rojo y amarillo, y la de azul claro que os mostramos en la prueba con detalles en rojo y blanco.
A bordo
Se declara una altura de asiento de 795 mm justo por debajo de la cifra de los 800 mm que consideramos como umbral para pilotos altos. Aparenta ser alta, pero el puesto de conducción se encuentra en el vértice inferior de la “V” que forman el depósito y asiento del pasajero, a lo que se añade una conseguida estrechez de la moto en su cintura que facilita con su delgado arco de cintura que las tallas entorno al metro setenta pueden apoyar firmemente las plantas de los pies en el suelo.
Una vez en marcha y subiendo los pies a las estriberas se adopta una postura muy natural, para nada deportiva radical en la que sufren las muñecas que cargan parte del peso del piloto sobre el manillar. Es casi como una moto de paseo perfecta para disfrutar el paisaje o conducir por ciudad con la espalda recta y con suficiente visibilidad para prever huecos entre coches en horas punta. El manillar no es tan ancho como en una trail u otras naked y ayuda a apurar más serpentear entre coches.
Y es que la 125R se maneja muy bien en territorio urbano. Sus 140,1 kilos bien repartidos en ambos ejes y pesados en nuestra báscula con su depósito de 10 litros lleno (136 kg declarados) se convierten en agilidad de la buena en las que su compacta distancia entre ejes de 1.310 mm aporta su grano de arena. Por maniobrabilidad vas sobrado, ni siquiera el problema de las horquillas invertidas con las gruesas botellas en la parte superior (en este caso muy compactas al envolver barras de 35 mm) afectan al radio de giro.
De los semáforos sale disparada como una bala. El desarrollo es corto y hay que cambiar enseguida a segunda. Muy suave y preciso el selector.
Pero también hace una buena labor en autopistas y carreteras. Aquí tendrás que agacharte un poco para ganar aerodinámica. La 125R te lo permite, y podrás llegar a alcanzar los 120 km/h de velocímetro, pero de ahí no consigues pasar porque hay un corte de encendido a las 10.000 vueltas que te lo impide. Lo malo es que eso ocurre en llano y no cuesta abajo. Esa velocidad límite se corresponde con 109,6 km/h auténticos: pasa de largo la barrera de los 100 km/h pero podrían ser más. Ya comentamos que el desarrollo es corto en aceleraciones a salida parada, pero esto nos lo confirma con más motivo. Ponemos la mano en el fuego y seguro que no nos quemamos, a que con un piñón de ataque de un diente más vas a hacer la 125 perfecta para que sus 15 CV se noten de verdad. Por cierto, que esa potencia viene acompañada de un buen par que te da un excelente empuje a cualquier régimen: muy elástico. Volviendo al desarrollo, no entendemos cómo no lo corrigen de serie, porque ese desarrollo largo permitiría no solo conseguir una mayor velocidad máxima, sino también rodar con el motor más desahogado, emitiendo menos gases contaminantes y reduciendo el consumo que, con el desarrollo corto nos ha dado en modo “cañero” nos ha dado 3,17 l/100 km (3,0 l/100 km según la información del cuadro de instrumentos) lo que te garantiza que vas a poder recorrer como mínimo 315 km con el depósito lleno.
Línea de tierra
Buen trabajo en equipo para las suspensiones. Volvemos a destacar a la horquilla en ese equilibrio entre confort para absorber las irregularidades del asfalto y firmeza para no flanear en curvas. El amortiguador posterior cumple correctamente, el problema de la falta de acceso para poder regular su precarga lo puedes olvidar ya que, como viene ajustada de serie, cumple en cualquier condición, incluso acompañado de pasajeros de peso.
En lo que respecta a los nuevos neumáticos Helios que ya conocimos en la primera toma de contacto de la 125R como en la del scooter polivalente SR1, comentar que lo hacen muy bien, al menos en seco, ya que no los hemos podido probar en mojado. Volvemos a insistir en que las nuevas marcas de neumáticos chinas como Timsun, nos están sorprendiendo. En este caso, como ya hemos comentado emplea una estructura interior de lonas radial, más resistente a las deformaciones que las tradicionales diagonales y que hasta ahora eran privilegio de motos de media y gran cilindrada.
Y, por frenos, la 125R borda este apartado de Línea de tierra. Delante encontramos un disco de 276 mm con su correspondiente pinza de doble pistón (montado en el lado derecho para facilitar poner un antirrobo de disco con la dirección bloqueada), mientras que detrás se recurre a uno de 220 mm con pinza de un solo pistón, conjunto sobrado de potencia con una buena dosificación. Todo ello acompañado de un ABS con el comportamiento habitual de ser muy intrusivo en el canal posterior, mientras que, en el anterior, se apura más el bloqueo para conseguir una frenada más efectiva.
En compañía
Las naked, y con más motivo de aspecto deportivo, no se caracterizan por cuidar bien a nuestro acompañante. En la 125R tiene un pase siempre que el pasajero no nos haga compañía más de media hora. Para empezar la superficie de su asiento es la mínima imprescindible, y aunque te parezca que no cuenta con asideras, Zaniboni se las ha ingeniado para diseñar unas falsas toberas laterales que sirven muy bien para agarrarse. Las estriberas se sitúan en una posición confortable.
El detallazo
Sorprende el gran parecido que tiene el motor con refrigeración líquida, culata de cuatro válvulas y cambio de seis velocidades con el que monta la Honda CB125R. Si comparas la fotografía de este apartado con la del lado derecho del motor de la CB125R comprobarás que lo delata de primeras ese anclaje no utilizado de la parte superior del cárter a la izquierda del cilindro, pero es que también comprobarás que los tornillos y varilla de nivel de la tapa (esa si que es diferente para dar personalidad propia) están en el mismo sitio. Y más: si comparas datos técnicos de ambos manuales de usuario verás que las dimensiones interiores del cilindro son las mismas (57,3×48,4 mm: carrera corta) así como las relaciones primeria y de cambio de las seis marchas. Lo único diferente es que Honda declara una relación de compresión de 11,3:1, mientras que Voge la sube hasta los 12:1. No creemos que Voge-Loncin se dedique a piratear mecánicas, nuestra teoría es que ocurre algo parecido a su relación con BMW: Voge se ocupa de producir motores bajo encargo con la condición de poder utilizarlos en modelos propios, pero, al contrario que BMW, Honda no debe dejar que Voge haga pública esa colaboración que, por cierto, se debió iniciar con el motor bicilíndrico en línea de 500 cc. Difieren también en componentes que no fabrica Voge como la inyección electrónica, alternador y ECU.
Con lupa
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Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 4,41 s (58,5 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 7,15 s (71,5 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 19,05 s (103,9 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 39,02 s (108,7 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 16,90 s (339 m) |
Velocidad máxima | 109,6 km/h |
Consumo | 3,17 l/100 km |
Autonomía | 315 km |
Peso total lleno | 140,1 kg |
Reparto tren delantero | 48,7% |
Reparto tren trasero | 51,3% |
Comportamiento Doseño Precio |
Desarrollo corto Asiento pasajero pequeño Visibilidad cuadro con mucha luz exterior |
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