- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – Bordoy (Sergio Ibarra)/AC
- Autor acción – AC
- Fecha – 03/07/2018
Los taiwaneses de Sym apuestan por la categoría de los scooters polivalentes a mitad de camino entre los Gran Turismo y los urbanos con el Jet 14. Un año después del lanzamiento de la primera versión, hacen más fuerte su apuesta estrenando una nueva mecánica refrigerada por agua con radiador lateral buscando el enfrentamiento directo con el PCX de Honda y el Yamaha N-Max, aunque con argumentos de cosecha propia.
Hace un año por estas fechas, Sym-Bordoy nos daba a conocer su Jet 14. Un scooter a mitad de camino entre los GT y los urbanos que empleaba como propulsor la potente e indestructible mecánica refrigerada por aire forzado que utilizan no sólo otros modelos de Sym (Symphony y Fiddle) sino también de Peugeot (Tweet, Django y CityStar) o la nueva Lambretta.
Esa fórmula la estrenó en 2010 el PCX aunque con una orientación más urbana que para carretera o vías de circunvalación popularizando las ruedas de 14 pulgadas, del mismo modo que en 1984 lo hizo con las de 16 en el SH Scoopy. Ese segmento de scooters ligeros con ruedas medias de 14 pulgadas ha ido creciendo en ventas con el paso de los años y, lógicamente, muchas marcas se apuntan a participar. Ahí está el N-Max de Yamaha con ruedas de 13 en este caso, el CityBlade de Keeway, los Steezer P y S de Daelim, y nuestro protagonista el Jet 14 que recoge en su denominación el diámetro de ambas ruedas para reforzar este hecho.
Pese a pertenecer a la misma categoría, lo cierto es que el Jet 14 de Sym recurría a argumentos propios diferentes a los del PCX. Para empezar su calzado es más ancho en beneficio de un agarre superior y dispone de plataforma plana para apoyar los pies, un detalle más adecuado para su uso en ciudad (facilita el incorporarse y bajarse del vehículo y se lo pone más fácil al público femenino cuando viste con falda).
Ahora Sym sube más alto el nivel de su Jet 14 con la refrigeración líquida. No ha sido cuestión de adoptar el motor del Joymax/Cruisym, sino que utiliza uno de nuevo diseño con culata de dos válvulas y radiador lateral, como se estila en este segmento. El motor rinde unos discretos 11,3 CV a 8.000 rpm, que resultan muy dóciles de llevar gracias a su generoso par de 10,7 Nm a 6.500 rpm y, sobre todo, gracias a la propia refrigeración líquida, con un rendimiento que no se fatiga con el uso y de funcionamiento ultrasuave.
Pero los cambios que aporta el nuevo Jet 14 LC 125 (Liquid Cooled, refrigerado por líquido) no se limitan al motor. Sym ha aprovechado para elevar aún más el equipamiento con frenos de disco de 260 mm delante y 220 mm detrás con funcionamiento combinado, detalle importante cuando el AC (Air Cooled) confiaba en un tambor trasero de 130 mm al igual que el PCX de Honda. Pero hay más cambios todavía, el tren posterior se refuerza (y nunca mejor dicho) con un semibasculante derecho que sirve de apoyo para un segundo amortiguador y el cuadro de instrumentos se completa con una pantalla LCD ocupando el “quesito” de la derecha que antes estaba vacío, y un testigo de sobrecalentamiento junto al nivel de gasolina en el de la izquierda. Esa pantalla LCD incluye un cuentavueltas gráfico, totalizador y parcial de kilómetros (antes solo totalizador de funcionamiento mecánico en el velocímetro) y reloj horario que se convierte en voltímetro para controlar la batería y estar preparados para que no nos deje tirados.
Todo ello se renueva con un nuevo y elegante color marrón que completa a los conocidos blanco, negro y rojo y a un precio de lo más atractivo: 2.799 € incluyendo 5 años de garantía, seguro gratis por un año y matriculación. Son 300 € más que la versión de aire forzado y muy por debajo de la barrera de los 3.000 € que sobrepasan el PCX y el N-Max y la versión ABS del Steezer S.
Primeras sensaciones
Nada ha cambiado en el puesto de conducción del Jet 14 LC, sigue siendo muy amplio en el que incluso ni los más altos van a tener problemas de habitabilidad golpeándose las rodillas con el salvapiernas ni con el giro del manillar. Y, por el extremo opuesto, tampoco van a poner pegas los menos altos ya que su asiento se eleva a tan sólo 800 mm del suelo y será pan comido llegar con las dos plantas de los pies al suelo (con 170 cm lo haces flexionando ligeramente las rodillas). Hay superficie plana de sobra para mover los pies libremente e incluso para llevar paquetes grandes en los pies además del hueco para el casco integral que queda libre cuando lo llevamos puesto en la cabeza.
Todos los mandos se encuentran en su sitio correcto y ofrecen un tacto exquisito a lo que se une la antes mencionada suavidad de funcionamiento.
Su conducción también va en esa línea, y disfrutarás hasta de un cotidiano desplazamiento urbano. Para nada echarás de menos la agilidad típica de las ruedas de 12 pulgadas, porque el Jet 14 cambia de dirección con insinuaciones de cintura y su maniobrabilidad en giros muy cerrados típicos de moverte entre coches en hora punta es fantástica con un radio de giro mínimo.
Pudimos ponerla a tope en un tramo de autopista y en su velocímetro vimos como la aguja se quedaba en los 110 km/h manteniéndolos sin dificultad a un régimen de 9.000 vueltas. Obviamente, los alcanzábamos agachando la cabeza en posición lo más aerodinámica posible.
Por frenos es un gran avance contar con un segundo disco no solo por la mayor potencia que representa sobre un tambor convencional sino por no obligarte a estar pendiente de su tensado manual. El funcionamiento combinado tiene una contribución muy suave en el delantero.
Las suspensiones trabajan a la perfección. Tanto la horquilla como la pareja de amortiguadores traseros trabajan en buena armonía con un tarado en ese punto medio ideal para ofrecer comodidad y firmeza en los trazados.
Primer vistazo
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