• Autor del texto – Moto125.cc
• Autor de fotos – Macbor
• Fecha – 30/7/2023

La primera trail XR1 Montana de Macbor fue un éxito desde su lanzamiento en 2018, alzándose con el liderato absoluto de ventas en motos de campo durante los 4 años que permaneció en el mercado. La directiva Euro 5 obligó a Motos Bordoy a ponerla al día presentando en marzo de 2022 la nueva versión que, finalmente, ha tardado poco más de un año en ser comercializada.

Si la comparamos con aquella primera versión podemos comprobar que prácticamente todo se ha renovado a mucho mejor. El motor refrigerado por aire de dos válvulas con cinco velocidades (el mismo que equipa la Macbor Rockster que probamos hace un par de semana) da paso a uno con refrigeración líquida, culata de doble árbol de levas y cuatro válvulas y cambio de seis velocidades; esta mecánica ya la conocemos de otros modelos (158MI-2) declarando Macbor para ella 12,6 CV a 9.500 rpm y un par de 9,6 Nm a 5.500 rpm. Las suspensiones se han revisado con una horquilla invertida con barras de 37 mm y 120 mm de recorrido con las barras protegidas de los impactos, mientras que en el tren posterior se emplea un monoamortiguador ajustable en precarga con funcionamiento progresivo a través de unas bieletas.

Se mantiene el sistema de frenada combinada sobre nuevos discos Wave de 265 y 240 mm con sus respectivas pinzas flotantes de triple y simple pistón, montados sobre llantas ahora de radios (más adecuadas para uso offroad) en 17 pulgadas con la característica de que son tubeless, algo que muy pocos modelos (y menos de 125 cc) pueden presumir.

La carrocería ha sido objeto de una profunda transformación que implica 25 moldes y matrices propios para piezas de plásticos de inyección y estampación. En este sentido llaman la atención los aletines laterales de los radiadores y las cubiertas laterales con una trama basada en el logo de Macbor.

El alumbrado también es nuevo. El faro pone su nota de originalidad y marca personalidad propia a la XR1: tres focos en forma “quesitos” entre dos guías luminosas verticales que hacen de luz de posición y encierran a los focos. El de más abajo se ilumina con la luz corta mientras que los superiores lo hacen con la larga funcionando con la corta. Los intermitentes, con cuatro diodos LED cada uno, se fijan a ambos lados con fijaciones elásticas y, por encima del conjunto, el parabrisas transparente de altura fija.

En esa personalidad propia que muestra la Montana, se ha prescindido del recurso del “pico de pato” adoptando formas de un “morro de tiburón” mucho más agresivo (de frente se reconoce la boca entre los aletines y la mirada del faro).

Detrás, el piloto trasero se basa en una forma de “H” en guías luminosas para la luz de posición mientras que la luz de freno rellena los espacios superior e inferior de la H con diodos LED de mayor intensidad.

Buen recurso para una trail aventurera situar el silenciador en una posición elevada para que no entre agua en los vadeos de ríos. Conveniente protegido ante quemaduras, está fabricado en acero inoxidable con forma ovalada y dos salidas superpuestas.

Otro cambio importante lo encontramos en el cuadro de instrumentos que ahora se basa en una pantalla LCD en negativo con falso color y retroiluminación LED, que se lee perfectamente incluso con mucha luminosidad exterior. Para los ajustes hay que acariciar con el dedo una zona táctil a la derecha de la pantalla.

En cuanto al equipamiento, a la Montana no le falta de nada. Aunque en la mayoría de las fotos no aparezcan, cuenta de serie con el baúl y las dos maletas laterales. Son de plástico con inserciones de aluminio que le dan el obligado ‘look’ aventurero. El baúl tiene capacidad para 35 litros, más que suficiente para un casco integral y otros pequeños objetos, mientras que las maletas laterales dan cabida a 20 y 15 litros (la de la derecha da menos para salvar el paso del silenciador. Estas maletas cuentan con un soporte que integra una protección lateral.

También encontramos defensas por barras protectoras laterales junto a los aletines del radiador y un cubrecárter en material plástico. Buen detalle la de complementar la pata de cabra con un caballete lateral que ayuda a mantener la moto estable en tareas de mantenimiento y reparación sobre todo en ese uso aventurero.

La Macbor XR1 Montana se ofrece en cuatro colores (blanco, negro, amarillo y rojo) a un precio de 3.799 €.

Primeras impresiones

Los casi 170 km de la ruta son una distancia bastante larga para sacar más que primeras impresiones, las casi definitivas. Te subes en la moto y aprecias que el diseño del asiento se ha rebajado quedando muy por debajo del depósito y asiento del pasajero. Se eleva a 780 mm de altura y eso permite a las tallas estándar del metro setenta llegar con las dos plantas de los pies al suelo y las piernas algo flexionadas, lo que da margen a tallas más bajas. En conducción offroad, esta baja altura de asiento también te permitirá remar con los pies en trialeras o zonas difíciles.

El motor se muestra muy alegre y divertido. Las marchas se escalonan con saltos de mil vueltas y se engranan sin dificultad. El corte de encendido aparece a las 10.000 revoluciones (cuando llega verás iluminarse tímidamente un “ladrillito” del cuentavueltas gráfico en color rojo) y yendo rápido tendrás que mantenerlo entre poco más de 7.500 y apurando el corte, porque si no se te cae de vueltas y tendrás que reducir otra marcha más. En conducción tranquila tienes tracción desde las 5.500 rpm.

Las geometrías de la moto te muestran mucha nobleza y son buena parte responsables de esa polivalencia ciudad-carretera-campo. Posiblemente con una rueda delantera de 19 pulgadas o incluso 21, gane más en conducción campera, pero a costa de sacrificar en los otros dos medios. No ayuda, como ya hemos comentado en muchas ocasiones, el sistema de frenada combinada CBS en conducción campera: el derrape en campo de la rueda trasera es fácil de controlar sobre todo bajando pendientes, pero cuando está acompañado del bloqueo del freno delantero, la cosa se pone más peligrosa. Lo obliga por ley si no montas ABS, y Macbor lo ha dulcificado tal como viene de origen, pero no se puede hacer más y deberás pisar el pedal con mucho tacto y recurrir a la retención del motor. Habría que pensar en un CBS desconectable igual que existen los ABS que desconectan el freno trasero.

En nuestra prueba hemos llegado a ver los 123 km/h en su velocímetro en condiciones favorables y aún quedaba margen para poco más al no alcanzar el régimen del corte de encendido. Buen desarrollo de transmisión, aunque podría ser necesario acortarlo con un diente menos en el piñón de ataque con pasajero y carga si practicas los largos viajes aventureros.

Bien por el tarado de las suspensiones y también nuestras felicitaciones por los neumáticos CST mixtos empleados que han demostrado un buen agarre en carretera y tierra suelta al menos en seco. La Montana nos demuestra que no hacen falta más de 125 cc para disfrutar de una moto.

Primer vistazo

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El depósito cuenta con una capacidad para 14 litros y eso significa una larga autonomía sin repostar. El tapón está protegido por cerradura bajo una pestaña que lo protege, pero no se une al depósito a través de una bisagra.	Las cubiertas laterales lucen una bonita trama conseguida con múltiples logos de Macbor. Otro detalle que le da personalidad a la Montana.
El motor 158MI-2 ya lo conocemos por otras marcas. Entrega 12,6 CV según Macbor y parece que están muy bien aprovechados. La tapa del embrague se personaliza con el logo de la marca.	Se abandona la tradicional estética aventurera del “pico de pato” por un “morro de tiburón” que aumenta la agresividad. La inclinación del faro con tres “quesitos”, los aletines laterales y la pantalla contribuyen a ello.
Las estriberas del piloto son anchas con buen dentado exterior como se exige en offroad. Dentro se incluyen unas inserciones por tacos de goma para no dañar el calzado en uso urbano, o mejorar el agarre con la bota en campo.	Las mismas estriberas del piloto las encontramos para el pasajero con la inserción de goma incluida. Se unen al chasis trasero por un soporte en fundición de aluminio sujeto por dos tornillos.
El asiento está moldeado para situar al piloto lo más cerca del suelo: a 780 mm, suficientes para llegar con las dos plantas de los pies y poder remar en situaciones difíciles.	El silenciador es una de las pocas cosas que se mantiene de la Montana original aunque por dentro haya cambios. Está elevado para facilitar los vadeos y fabricado en acero inoxidable con protección de quemaduras. Hay dos salidas de gases superpuestas.
La horquilla invertida cuenta con barras de 37 mm y un recorrido largo de 120 mm ideal para offroad. El mismo guardabarros pegado a la rueda integra las protecciones.	El disco delantero tiene un diámetro de 265 mm y además estrena perímetro ondulad o Wave. Lo muerde una pinza flotante de triple pistón que dedica el central para combinar con el trasero.
El cuadro de instrumentos es LCD en negativo con falso color, retroiluminado por LED. Incluye mucha información y se ajusta por medio de un botón táctil en su lado derecho.	La gama de colores de la XR1 Montana es de lo más completa y, sobre todo, llamativa: desde el llamativo amarillo hasta el elegante negro pasando por los discretos blanco y rojo.
El motor visto por su lado izquierdo. Se aprecian los bultos de su doble árbol de levas que controlan las cuatro válvulas de la culata y la refrigeración líquida del cilindro.	Los neumáticos CST con dibujo misto para off y on road han demostrado una buena adherencia sobre asfalto y tierra suelta al menos en seco. Ambas ruedas son de 17 pulgadas.
El desarrollo final es el adecuado para que ruede el piloto solo sin equipaje. Si pretendes hacer largos recorridos con pasajero y equipaje quizá te convenga acortar el desarrollo en un diente menos de piñón de ataque.	Esta es la vista desde el puesto de conducción dominada por un manillar de tubo de conicidad variable (más ancho en el centro para prescindir del refuerzo central), cuad5ro de instrumentos y parabrisas.
El radiador se reparte en dos partes a ambos lados de la cuna del bastidor, exponiéndose ambas al aire de marcha con la ayuda de la canalización de los aletines laterales. Fijaros en las defensas laterales fijadas también a la simple cuna.	El faro recuerda a los “quesitos” del Trivial Pursuit. El foco central, el que está iluminado en la foto corresponde a las luces cortas, dedicándose los dos superiores a las largas que también iluminan las cortas. A ambos lados vemos la guía luminosa para la posición.
El disco del freno trasero mide 245 mm también con el perímetro ondulado Wave. Lo muerde una pinza flotante de simple pistón. En el centro se ve una rueda fónica y su correspondiente sensor para el velocímetro del cuadro.	Por el lado derecho del motor se aprecia el embrague con la tapa estampada, la bomba de agua, y justo debajo de ella la tapa que da acceso al cartucho del filtro de aceite.
La piña izquierda cuenta con los mandos habituales: el conmutador de largas/corta, el de intermitentes, botón de claxon, interruptor de intermitentes de emergencia (en rojo) y, por delante, el gatillo de ráfagas.	El contenido de la piña derecha se reduce al interruptor cortacorriente (en rojo) y al botón de arranque. Los extremos del manillar incorporan contrapesos para mejorar el tacto de la conducción.
La parrilla portabultos es plana y está fabricada en fundición de aluminio, integrando en su parte delantera las asideras para que se agarre nuestro pasajero. De serie se incluye el baúl con 35 litros de capacidad (cabe un casco integral y algo más).	El protector de cárter es una moldura de plástico que lo protege de los típicos impactos de la conducción offroad. También cubre el tubo colector del escape.
La salida del eje del selector se reenvía a la palanca de cambios en posición ligeramente retrasada. Pensando en un uso campero, la punta de la palanca debería ser articulada para que no se rompa en alguna caída.	El piloto trasero impone una firma luminosa con una “H” en guía luminosa para la luz de posición rellanando los huecos superior e inferior con tres y cuatro diodos LED respectivamente para la luz de freno.
Bajo el asiento se encuentra la ECU de Del phi, el conector de diagnósticos, el ‘snorkel’ del filtro del aire y queda un pequeño espacio para guardar un antirrobo de disco.	De serie se incluyen los dos caballetes: el lateral para las paradas rápidas y el central para un apoyo más estable y facilitar los mantenimientos y reparaciones.
Las llantas de la Macbor XR1 Montana son de radios y además permiten usar neumáticos tubeless sin cámara. Para el sellado se ha dotado a las cabecillas de los radios de junta tórica, añaden una lámina sellante interior y la válvula también es específica.	Sigue nuestros pasos. A través de este enlace podrás seguir la ruta que nos preparó Motos Bordoy para este primer contacto. La Montana se encontraba de lo más a gusto en este hábitat de la zona de Jaca y tú también disfrutarás de unos bellos paisajes.