• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – AC
• Autor acción – Javier Arenas
• Fecha – 19/2/2023

El Symphony que traemos en esta ocasión a Moto125.cc, no es una novedad de este recién estrenado 2023, sino que ya lo hizo hace un par de años. Ahora le ponemos a examen tras su buen resultado en el ranking de ventas del 2022, con un merecido segundo lugar. La renovación de este modelo en el 2021 le llega después de ¡12 años! en el mercado sin cambios externos. Tan sólo los que afectan al motor, y que no se ven, con el fin de adaptarlo a las directivas actuales.

No es normal que un modelo se mantenga tanto tiempo sin cambiar, y menos con la buena aceptación que ha tenido desde su lanzamiento en el 2009 por tratarse de un scooter muy utilitario, elegante, estable, ligero y con mucha capacidad de carga (fue el primer scooter de “rueda alta” que permitía albergar un casco integral bajo el asiento). Y ahí están los efectos de la renovación: ha sido el segundo modelo más vendido de nuestro mercado con 5.965 unidades, lo que supone un incremento sobre las ventas de 2021 del +41%. Aunque el Symphony que ponemos a examen es el más popular, en ese montante de casi 6.000 unidades también se incluyen otros dos integrantes más de la familia Symphony: el SR de estilo más deportivo, con el faro alojado en el escudo frontal que se ofrece por 2.499 € y el ST LC (3.299 €) más sofisticado con aún más capacidad de carga bajo el asiento (integral + abierto) y el potente motor líquido de 4 válvulas que comparte con el Jet 14 LX. A estos dos Symphony se une una versión de reparto denominada Cargo con un gran portaequipajes trasero y asiento monoplaza.

Como te decíamos, este Symphony es la evolución del Symphony S (o DD) y, como ves, ahora no lleva ningún “apellido”. El cambio más importante afecta a toda la carrocería que ahora adopta un diseño con formas más estilizadas y menos redondeadas con un manillar que recoge un nuevo faro que se pone al día al adoptar la tecnología LED. El nuevo faro recibe una pequeña visera negra derivabrisas que da un poco de sombra al también nuevo cuadro de instrumentos que sigue siendo fiel a la combinación de velocímetro analógico con pantalla digital que reúne el reloj horario, cuentakilómetros total/parcial y nivel de gasolina, además de siete testigos luminosos a su alrededor. Los mandos siguen siendo los mismos con la apertura eléctrica del asiento en la posición de ráfagas del conmutador de luces larga-corta. Su escudo frontal recibe los intermitentes delanteros con bombilla tradicional y tulipa transparente y una zona superior en color negro que integra un foco independiente del faro también LED para la luz de posición.

En el salvapiernas parece que no cambia nada, con la misma guantera central con cerradura (algo poco habitual en los “rueda alta” actuales) y contacto por llave mecánica que incorpora la apertura mecánica del asiento. Lo único nuevo que encontramos es una toma de corriente USB exterior junto al contacto de carga rápida, muy a mano para utilizar el móvil como navegador GPS pero que tendremos que pillar el cable con la tapa si queremos cargar el móvil dentro de la guantera.

Detrás, el piloto trasero se ha reestilizado haciendo más grandes los intermitentes posteriores aunque ninguno de sus componentes es por LED, aunque la tulipa del piloto/luz de freno te haga creer lo contrario al difuminar la luz de la bombilla en una especie de matriz de puntos luminosos.

El motor, a pesar de la restrictiva directiva Euro 5 a la que se acoge, recibe un importante incremento de potencia desde los 10 CV declarados para la €4 a los 11,4 CV; también aumento el par en un significativo Newton-metro (ahora 10,3 Nm).

Su precio se sitúa en el punto medio de la SR y ST LC con 2.899 €, con cuatro colores a elegir: azul marino, gris claro, blanco y gris oscuro, combinando está dos últimas versiones con tapizado del asiento en color rojo. Su precio incluye, como es habitual en este modelo, un baúl SHAD de 33 litros del que nos ocuparemos en la sección de El detallazo.

A bordo

El asiento del Symphony se eleva a unos casi críticos 790 mm del suelo, aunque gracias a la estrechez del scooter, un piloto de talla 170 cm podrá apoyar justitas las dos plantas de los pies al suelo. Es el precio que hay que pagar por disponer de hueco para casco integral bajo el asiento sin recurrir a una llanta trasera de 14 pulgadas.

Al ponerse en marcha y subir los pies a la plataforma plana los usuarios más altos pueden llegar a quejarse de una habitabilidad muy justa ya que las rodillas quedan próximas al salvapiernas. Con esa salvedad se adopta una postura cómoda con la espalda vertical, muy adecuada para los desplazamientos urbanos de diario donde el Symphony se encuentra muy a gusto.

En ese medio urbano, el motor del Symphony se muestra muy enérgico. Ya lo comentamos con ocasión del último Sym Fiddle que este motor de refrigeración por aire forzado con culata de dos válvulas es de lo mejorcito que puedes encontrar en el mercado del Euro 5, y es algo en lo que Sym se supera cada vez que aprieta una vuelta de tuerca la directiva anticontaminación. Además de esa respuesta inmediata al acelerador con unas brillantes aceleraciones, el motor AC de Sym carece absolutamente de vibraciones, y en consumos pues los 3,24 l/100 km son bastante razonables.

El velocímetro transmite mucho optimismo indicándote que su velocidad máxima es de 108 km/h que se quedan en 96,7 de los de verdad según la telemetría. Si te pones cuesta abajo, te pondrás muy contento al ver incluso los 120 km/h en el velocímetro. Con las limitaciones de la ausencia de protección por un parabrisas más alto que la visera de origen (la anchura del escudo es suficiente para refugiar las piernas cuando hace frío o lluvia), el Symphony te permite alguna escapada de cercanías por carretera abierta donde hace más gala de la autoalineación y estabilidad al disponer en ambos ejes de llantas de 16 pulgadas.

Línea de tierra

Ante la sencillez y simplicidad con elegancia que caracteriza a este Symphony destacar la efectividad de sus suspensiones que trabajan en buena armonía con ese tarado ideal que encuentra el equilibrio entre el confort de piloto y pasajero con la firmeza en esos trazados en los que colabora también el diámetro de ambas ruedas. La precarga de los amortiguadores viene de origen en la posición más blanda, y resulta adecuada para un uso normal, incluso con pasajeros ligeros, dejando las cuatro más duras si abusamos de cargas y/o pasajeros pesados.

Los neumáticos CST cumplen en seco y dan confianza, aunque no los pudimos probar en mojado. Lo único de lo que se les puede criticar es un poco más de sección, sobre todo el trasero (110/70), cuando se les exige un comportamiento deportivo.

Para el apartado de frenos se cuenta con discos de gran diámetro, con un delantero de 260 mm, al que acompaña una pinza de doble pistón, y un trasero de 240 mm con monopistón. El funcionamiento es combinado con una discreta contribución delantera al accionar la maneta izquierda, pero con sobrada potencia y muy buena dosificación.

En compañía

Pese al aspecto utilitario del Symphony, el asiento acoge dos plazas sin apreturas. Nuestro acompañante va cómodo en el asiento trasero con la única dificultad de la presencia del baúl a la hora de pasar una pierna al otro lado para acomodarse. Pero una vez superado ese pequeño obstáculo, son todo ventajas para el baúl ya que incluye un respaldo acolchado a una altura adecuada para apoyar la espalda y hacer comodísimos los largos desplazamientos a dúo. A esa comodidad se añaden las estriberas desplegables en una correcta posición y las asideras que integra en su extensión delantera el portabultos.

Con lupa

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Sym ha demostrado que el motor €5 del Symphony es el mejor del mercado en la categoría de los refrigerados por aire forzado con culata de dos válvulas. Tiene un tamaño compacto y rinde 11,4 CV a 8.500 rpm y 10,3 Nm a 6.500 rpm.	Los amortiguadores traseros están bien resueltos con un muelle de doble paso y precarga regulable en cinco posiciones. Fíjate el detalle del tubito soldado al almenado de la precarga que facilita el uso de un simple destornillador para el ajuste.	El freno de disco trasero es de 240 mm con perímetro Wave y pinza monopistón. Está situado justo en el plano de simetría del scooter para que no se desvíe a un lado en frenadas bruscas aunque no es buena para su refrigeración.
Como todos los modelos de Sym, este nuevo Symphony cuenta con los dos tipos de caballetes. El central es estable y fácil de accionar. El lateral cuenta con interruptor cortacorrientes de seguridad que para el motor cuando está desplegado.,	Las estriberas del pasajero son desplegables, lo que permite ganar unos centímetros de anchura cuando se conduce en solitario. Para extenderlas, hay que agacharse y hacerlo con la mano.	El tren delantero se mantiene sin cambios con una horquilla bien tarada y un disco wave de 260 mm mordido por una pinza de doble pistón. Su funcionamiento es combinado CBS con una discreta contribución delantera al usar el freno trasero.
Novedad en esta nueva versión del Symphony es este segundo foco en el escudo frontal complementando al faro en el manillar. Hace de luz de posición por LED. No son LEDs los intermitentes delanteros con tulipa transparente.	Actualización obligada en esta nueva versión del Symphony es el faro de nuevas formas que se acoge a la tecnología LED. El foco superior se ilumina con las cortas. En la posición de largas se iluminan ambos focos.	Otra novedad que estrena el nuevo Symphony es esta pequeña visera de color negro sin demasiada funcionalidad, tan sólo dar un poco de sombra al cuadro de instrumentos para facilitar su lectura.
La llanta delantera de 16 pulgadas es la misma del modelo precedente con un diseño de cinco palos dobles, calzada con un neumático CST en sección 110/70 que da confianza siempre que se emplee sobre asfalto seco.	La denominación prescinde de “apellidos” (antes le seguía una letra S o DD). Y eso que la familia Symphony de rueda alta es numerosa, con este modelo además del deportivo SR, el sofisticado ST LC y el de reparto Cargo.	Como debe ser en un scooter de rueda alta, la plataforma para apoyar los pies es completamente plana, permitiendo aumentar la capacidad de carga llevando bultos entre los pies. En el centro, se encuentra la tapa que da acceso a la batería.
El asiento del piloto se estrecha en su parte delantera para hacer más llevaderos los 790 mm de altura y llegar con ambas plantas de los pies al suelo. Buen detalle al emplear hilo rojo para el cosido del tapizado.	La zona del asiento reservada al pasajero está delimitada por un escalón, disponiendo de ese confortable respaldo acolchado que integra el baúl SHAD. Las prolongaciones delanteras del portabultos de fundición hacen de asideras.	La piña derecha se reduce tan sólo al botón de arranque. Hay una tapa para recibir un segundo mando que bien pudiera ser el de los intermitentes de emergencia, aunque no hay posibilidad de añadirlo en opción.
La piña izquierda está mejor dotada de mandos con los conmutadores de luces e intermitentes y el botón del claxon. El conmutador de luces incorpora la posición “Seat open” equivalente a ráfagas en otros scooters, para abrir eléctricamente el asiento.	Los espejos retrovisores son sencillos y efectivos; apenas sobresalen de los extremos del manillar. Hay buena y clara visión de lo que ocurre a nuestras espaldas. Cuentan con guardapolvos en ambos extremos de la varilla.	Otra de las actualizaciones obligadas en esta nueva versión del Symphony es la toma de corriente USB de carga rápida (2 amperios) junto a la cerradura de contacto por llave convencional que incorpora la apertura mecánica del asiento.
Otro buen detalle que no puede faltar en un scooter pensado para desplazarse a diario en ciudad, es el gancho para colgar bolsas, bolso y mochila. Cuando no se utiliza se recoge y no hay peligro de enganchones con la ropa.	La guantera central es un detalle tradicional que se va perdiendo en las nuevas generaciones de scooters. No encierra demasiada capacidad repartida en sus dos lóbulos, aunque sí queda protegido el contenido por la cerradura.	Nuevo diseño para el piloto trasero, aunque no se acoge a la tecnología LED. La superficie de la tulipa de los intermitentes es un poco más grande con una tulipa central que reparte la luz de la bombilla en múltiples puntos luminosos.
Este es el aspecto del hueco para el casco bajo el asiento vacío. El Symphony tiene el honor de ser el primer “rueda alta” en acoger uno del tipo integral, aunque depende de la talla y forma. Con el casco en la cabeza, liberamos mucho espacio de carga.	Justo detrás del hueco para el casco integral encontramos el tapón de llenado para el depósito de gasolina con capacidad para unos justitos 5,4 litros. Por primera vez se echa en falta en un scooter Sym el interruptor cortacorrientes de color amarillo.	El cuadro de instrumentos es completamente nuevo aunque sigue el esquema anterior de combinar un velocímetro analógico con una pequeña pantalla LCD retroiluminada en azul con el resto de la información. De los 7 testigos hay uno que no se usa.

El detallazo

La capacidad de carga es ya de por sí la principal virtud del Symphony al poder albergar bajo el asiento un casco integral. Pero es que, de serie, te lo duplican con un baúl de la marca española SHAD de 33 litros de capacidad en el que cabe cualquier casco integral o modular, e incluso queda espacio para otras cosas. Y aporta más ventajas aún, ya que la llave para abrir el baúl es la misma de la del contacto y viene acabado con dos extras como la tapa superior a juego con el color de la carrocería, y el respaldo acolchado para el pasajero.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Motor enérgico Faro LED Capacidad de carga	Resto alumbrado no LED Restyling poco profundo Habitabilidad justa

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/IMÁGENES del Sym Symphony 125 E5