• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – AC
• Autor acción – Javier Arenas
• Fecha – 27/8/2023

Los valencianos de Wottan se van superando cada temporada. Es una empresa joven con 12 años de actividad que se estrenaron con el modelo Storm que resultó todo un éxito: un scooter Gran Turismo que se hizo un hueco en el mercado por su estética italiana y un precio de adquisición “cañón”. Ese éxito inicial hizo que la marca impusiera la denominación Storm en todos sus posteriores lanzamientos en 125 y 300 cc con el añadido de una o dos siglas para distinguirlos. EN Moto125.cc ya os hemos probados la Storm-R y ahora lo hacemos con esta Storm-V.

Pero lo cierto es que los nuevos modelos tienen su propia personalidad e incluso están mejor dotados a nivel de equipamiento tecnológico, por lo que no les hace falta aprovechar la estela del nombre “Storm” que era un scooter impulsado por un motor con refrigeración por aire forzado y culata de 2 válvulas.

Y como hizo Wottan con el Storm, vuelve a repetir la fórmula de encargar el diseño al italiano Alessandro Tartarini, autor de la primera Storm, hijo de Leopoldo (fundador de Italjet), y encargado de dar forma a la Lambretta LN 125 y al rediseño del Italjet Dragster 125/200, entre otros muchos exitosos diseños. Para el Storm-V ha buscado la inspiración en los sofisticados coches SUV o CrossOver respondiendo a la cada vez más demandada categoría de los scooters GT “Adventure”. Lo ves de cerca y, por su gran tamaño, para nada te da la sensación de que se trata de un scooter de 125 cc que puedes conducir con el carnet de coche. Ese tamaño es más apropiado para estar impulsado por una mecánica de 300 cc o más, y contribuye a aumentar aún más la confusión no encontrarse en ninguna parte de su carrocería la cifra de 125.

La agresividad fluye desde el frontal con un faro compuesto por cuatro ópticas con lente polielipsoidal iluminadas por focos LED y envueltas por un contorno de guía luminosa que hace de luz de posición. Más arriba, acoplado al manillar se encuentra el parabrisas que aporta sabor aventurero, aunque adolece de regulación. Las formas de sus laterales están moldeadas a cuchillo con aristas marcadas para darle más dosis de agresividad. El asiento del pasajero se eleva a más altura que el del piloto y, detrás, también encontramos la originalidad en un piloto trasero desdoblado en dos por medio de una hilera de diodos que recorre la parte posterior y lateral con luz de posición y freno. Los intermitentes val montados sobre soportes elásticos a la iluminación de la matrícula.

Para el motor se vuelve a repetir la fórmula que vimos en el Storm-R: se trata de la mecánica que estrenó el desaparecido Aprilia Scarabeo 125/200 con cilindro dotado de refrigeración líquida y culata con doble árbol de levas (DOHC) y 4 válvulas que registra según homologación 14,3 CV. Este motor también lo hemos visto en el MH Fasty, Italjet Dragster y Wottan Storm R, y fue el que dio pie al motor Piaggio 4v de 6 velocidades.

El compartimento de carga bajo el asiento da cabida a dos cascos. El de atrás es integral, pero el de delante tendrá que ser un demijet o tipo “quitamultas”. El hueco cuenta con iluminación interior, hidráulicos que mantienen el asiento abierto escondidos en el travesaño central y preinstalación de toma de corriente. La capacidad de carga se complementa con dos guanteras en el salvapiernas, disponiendo la de la derecha de toma de corriente USB. También está preparado para recibir cámaras de video delante y detrás que próximamente se ofrecerán como accesorio.

La parte ciclo se apoya en ruedas de 14 y 13 pulgadas, dotadas respectivamente de discos de 260 y 240 mm y modulador ABS (3.890 €) de doble canal (en la Storm-R era solo para el tren delantero) o CBS (3.590 €) con pinza delantera de triple pistón para dedicar el pistón central al funcionamiento combinado.

Completa la dotación tecnológica del Storm-V una pantalla TFT a color de 7 pulgadas a la que nos dedicaremos en el apartado El detallazo (común para CBS y ABS), y una llave tipo Keyless solo para ABS que más bien definiríamos como control remoto, ya que tendrás que buscarla en los bolsillos/bolso/mochila, pulsar un botón y, si eres rápido, desbloquear la dirección y ponerla en ON porque la activación dura apenas unos pocos segundos. A destacar también la amplia gama de colores en la que se ofrece la nueva Wottan: amarillo, azul, naranja y negro.

A bordo

Las apariencias engañan. Si esperabas encontrarte con un megascooter de enormes dimensiones donde te costará acomodarte en el asiento del piloto y más aún llegar con los dos pies al suelo, estabas muy equivocado. El Storm-V es grande, pero se le ha estudiado a fondo el puesto de conducción elevando la superficie del asiento a tan sólo 770 mm, lo que para un usuario de metro setenta permite apoyar ambas plantas e incluso flexionar las rodillas, y eso da margen de accesibilidad a tallas más bajas. Bien por ello.

Iniciando la marcha se adopta una postura de conducción cómoda con espalda erguida apoyando las manos en un manillar ancho, típico “Adventurero” aunque carenado. No se le ha dotado de una segunda posición tipo “custom” con piernas estiradas como la conocemos de otros modelos porque ha primado en el diseño unos carenados laterales que ocupan esa posición, aunque lo compensan dando más protección a las piernas los días de frío y lluvia. Se ha medio solucionado dejando una pequeña apertura debajo de esos carenados laterales para estirar algo las piernas, pero sacando hacia el exterior las puntas de los pies; da un poco de yuyu llevarlos así pensando en que se pueden golpear.

Si mides la talla estándar no tendrás problemas de habitabilidad, pero si te sientas en la punta del asiento o eres alto, notarás que las rodillas hacen tope en las tapas de las guanteras.

Se mueve bien, incluso por ciudad donde también las apariencias te hacían creer que tendrías que hacer maniobras en horas punta, pero los 181 kilos (poco menos que su hermano el Storm-R) con el depósito de 12,5 litros dificultan un poco su agilidad.

El lastre se convierte en aplomo y te pega al asfalto cuando utiliza el Storm-V en carretera, pero va justito en velocidad máxima. Verás los 118 km/h en su velocímetro en llano y eso te animará mucho psicológicamente, pero si recurres a la telemetría o sencillamente al GPS de tu móvil comprobarás que se corresponden con 104,9 km/h de los de verdad, y eso supone un error del 12,5%. En condiciones favorables podrás llegar a ver hasta 122 km/h y de ahí no pasa porque entra en acción el corte de encendido a 11.500 rpm, uno de los más altos en la cilindrada de 125 cc con homologación Euro 5.

En ese uso por carretera, notas que el parabrisas desvía el aire principalmente a la altura de tus cejas, pero no es efectivo aerodinámicamente ya que produce remolinos detrás de él. Excelente comportamiento dinámico con una estabilidad a toda prueba y unos trazados sin titubeos en tramos revirados.

Línea de tierra

Por frenos, el Storm-V se luce con unos potentes discos de 260 y 240 mm. El ABS es intrusivo detrás como estamos acostumbrados a ver, pero, delante, es algo más perezoso para entrar en acción y eso es bueno para apurar el bloqueo y reducir la distancia de frenado. En cualquier caso, además de potentes son muy dosificables con el detalle de emplear ambas manetas con ajuste de separación al manillar para una mejor adaptación ergonómica.

En cuanto a los neumáticos, se recurre a unas gomas CST con dibujo deportivo que cumplen su labor con un correcto agarre sobre asfalto seco, aunque desconocemos qué ocurrirá cuano esté mojado. Lo habitual es encontrarnos en un scooter Adventure con neumáticos mixtos asfalto-campo, pero en Wottan han pensado en que mejor reforzar su comportamiento en asfalto.

Las suspensiones son otra característica que aleja al Storm-V de una posible utilización off-road. Y eso que la horquilla convencional cuenta con fuelles de goma que protegen a las barras y los retenes de impactos y polvo. El tarado es duro, sobre todo en los amortiguadores traseros, y eso que cuentan con doble paso de muelle aunque sospechamos que el tramo blando se agota enseguida; también se podría ablandar pero muy poco bajando la precarga de la segunda posición a la primera pero el acceso al almenado está muy limitado y no disponíamos de la herramientas adecuada.

En compañía

Las grandes dimensiones se ponen a favor de un supuesto acompañante cuya única limitación la encontrará en acomodarse en el asiento posterior dada la altura a la que se encuentra. Por longitud de asiento va más que sobrado disponiendo de unas asideras laterales de sólido aspecto donde agarrarse y unas estriberas desplegables en una posición muy relajada.

El detallazo

Destacamos del Storm V su enorme pantalla TFT a todo color de 7 pulgadas. Se maneja pulsando el botón SET (a la derecha de la piña izquierda) con toques Morse largos y cortos. Sólo ofrece dos visualizaciones: la Full Mode que se muestra como estándar y la Streamline que reduce la información sustituyendo el efecto del movimiento analógico de la aguja del velocímetro por una estela. En cualquiera de las dos visualizaciones no se cuenta con cambio automático con baja luminosidad; de hecho, no hace falta ya que el fondo de la pantalla es negro, pero sí dispone de graduación de la intensidad de la pantalla en cinco niveles.

Navegando por el menú descubrimos muchos buenos detalles como que está preparado para recibir TPMS, el control en tiempo real de la presión y temperatura de los neumáticos, aunque habrá que añadir el controlador y los sensores en las válvulas. También cuenta con conectividad Bluetooth con el móvil, presentando en la pantalla la cobertura y nivel de carga del teléfono y las llamadas entrantes para contestar si tienes casco con auriculares y micrófono, e incluyendo navegación abreviada a través de una App que debes incluir en el móvil. Otra función incluida en el menú de la pantalla es la de los diagnósticos OBD, sin necesidad de conectar una herramienta específica.

Con lupa

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El motor luce la misma tapa del cárter izquierdo de su hermano el Storm-R. De tras se esconde el mismo propulsor que estrenó el ya desaparecido Aprilia Scarabeo 125/200 que en esta versión homologada para Euro 5 entrega una potencia de 14,3 CV.	El sólido caballete lateral está hecho en fundición. Es de los que no se recogen solos disponiendo de un interruptor cortacorrientes de seguridad como medida de seguridad, que impide que el motor arranque cuando está desplegado.
Las estriberas del pasajero son desplegables para ganar unos centímetros de anchura cuando se viaja solo. Se encuentran en una posición cómoda y están recubiertas de goma para filtrar las muy escasas vibraciones.	La rueda delantera de 14 pulgadas cuenta con un disco de 260 mm mordido por una pinza de doble pistón. En el centro del disco se aprecia la rueda fónica con el sensor de velocidad para el canal delantero del sistema ABS.
El faro agrupa cuatro focos LED con su correspondiente lente polielipsoidal. Los dos de arriba corresponden a las luces cortas mientras que los de abajo son para las largas iluminándose los todos en esta posición. El contorno emplea una guía luminosa que hace de luz de posición.	Justo en la parte superior de los faros encontramos este agujero tapado por un tapón de goma. Servirá para añadir una cámara de video con almacenamiento por tarjeta microSD con la que inmortalizar nuestros viajes o guardar acciones imprudentes de otros conductores.
El parabrisas es completamente transparente y no cuenta con regulación en altura. El aire lo desvía a la altura de las cejas, aunque se producen muchos remolinos. No molesta para nada al campo de visión.	Los fuelles de goma en la horquilla no invertida protegiendo las barras de impactos y los retenes del polvo, son un signo característico de los modelos Adventure, aunque contrasta con unos neumáticos para uso exclusivamente sobre asfalto.
En la parte inferior izquierda del paso de rueda delantera se encuentra esta mirilla que deja ver el nivel de refrigerante del vaso de expansión.	El radiador está sobredimensionado tratándose de un modelo de 125 cc. Ocupa todo el fondo del paso de rueda delantera para garantizar una buena refrigeración con el aire de marcha.
El motor 1P58MI-3 de origen Aprilia Scarabeo, no se esconde dentro de la carrocería como en otros modelos de scooters, dejando ver el cilindro y la culata con los abultamientos de los árboles de levas. Si lo comparas con el motor Piaggio 4v de marchas descubrirás muchas similitudes.	El silenciador tiene una original sección triangular. Está recubierto de esa moldura plástica que lo protege de posibles quemaduras.
A ambos lados del travesaño central se sitúan las plataformas horizontales para apoyar los pies. Por delante, se encuentra una pequeña plataforma inclinada que obliga al utilizarla a sacar las puntas de los pies por fuera.	El pasajero cuenta con una generosa superficie para sentarse, aunque algo elevada cuando se va a acomodar. A ambos lados se encuentran las asideras laterales con forma de spoiler.
El asiento del piloto está muy conseguido elevándose a unos muy asequibles 770 mm de altura, conseguidos reduciendo la capacidad de carga en la zona del casco delantero.	Esta es la imagen de lo que se ve desde el puesto de conducción. Al contrario que otros scooters Adventure, el Storm-V no deja el manillar desnudo sino completamente cubierto como un GT tradicional.
A ambos lados del salvapiernas se encuentran dos guanteras. Ninguna de las dos cuenta con protección de cerradura. La de la derecha cuenta con toma de corriente USB.	Aquí podemos ver la toma de corriente USB en el fondo de la guantera derecha. Cuenta con una tapa de goma para protegerla cubriéndola cuando no se utilice.
La piña derecha de conmutadores se reduce tan sólo a un interruptor cortacorrientes en color rojo y al botón de arranque. En los extremos del manillar se sitúan los contrapesos.	En cambio, la piña izquierda está más poblada con el gatillo de ráfagas que asoma por delante, conmutador de largas cortas, interruptor d3e intermitentes de emergencia (en rojo), botón del claxon y conmutador de intermitentes. Más a la derecha vemos el botón SET para manejar la pantalla TFT.
Los espejos retrovisores con contorno poligonal se integran con el diseño en el que abundan las aristas. Apenas sobresalen de los extremos del manillar y cuentan con guardapolvos de goma para cubrir las articulaciones.	Desde el pomo de contacto se abre la tapa que da acceso al depósito de gasolina. Su capacidad es para 12,5 litros proporcionando una buena autonomía.
El piloto trasero se basa en una hilera de diodos LED para las luces de posición y freno con la particularidad de adentrarse más de lo habitual en los laterales del scooter. Los intermitentes traseros también recurren a hileras de diodos con soporte elástico..	Justo debajo del piloto trasero encontramos un segundo alojamiento para una cámara de video que se ofrecerá próximamente como accesorio.
Los amortiguadores cuentan con tres tramos de muelle aunque, en realidad, tanto el superior como el inferior son idénticos con espiras más juntas que corresponden al tramo blando inicial del recorrido.	De origen el ajuste de precarga del amortiguador viene en la segunda posición y podremos ablandarlo ligeramente cambiando a la primera posición del almenado, aunque debes contar con la herramienta adecuada para acceder sobre todo al amortiguador derecho.
Otro buen detalle para adaptar la ergonomía de los mandos al usuario es disponer de manetas de freno ajustables en apertura. No requieren herramientas y se pueden ajustar con los guantes puestos actuando sobre la ruleta con cuatro posiciones.	Esta es la llave Keyless aunque en realidad es un control remoto que activa el pomo de contacto e incluye funciones antirrobo y localizador. Pulsando el botón del candado abierto se activará el contacto unos segundos que, con práctica, te servirán para abrir el asiento y dejarlo preparado para el arranque.
Bajo el asiento hay capacidad para dos cascos. El de delante está muy limitado en altura y sólo da cabida a uno tipo demi-jet. El alojamiento trasero permite guardar un integral aunque buscando la posición adecuada, en este caso mirando de frente y de lado.	Al quedar tan al descubierto el motor se dispone de una buena accesibilidad para alcanzar el cuerpo de mariposa y facilitar el cambio del cable de acelerador en caso de rotura.
Este es el aspecto del compartimento de carga vacío con capacidad suficiente para llevar objetos con los cascos puestos en sus respectivas cabezas.	Buen detalle encontrarnos con iluminación interior en el compartimento de carga. En el fondo del compartimento se encuentra el alojamiento de la batería. A la izquierda de la iluminación se encuentra un tapón para añadir una segunda toma de corriente opcional.
El menú de la pantalla TFT a color permite muchas funciones y ajustes. Por ejemplo desde Set up y UI setting se accede a las dos visualizaciones o interfaces de usuario de la pantalla.	El menú de la pantalla incluye una diagnosis para montar en un futuro TPMS o monitorización de presión y temperatura de los neumáticos en tiempo real. Habrá que añadir el controlador y los sensores en las válvulas de las ruedas.
Otra interesante característica de la pantalla TFT es incluir conectividad con el móvil a través de Bluetooth y, a través de una App, un navegador GPS abreviado que abre una ventana dentro de la visualización elegida.	Hay pocas diferencias entre la versión CBS y ABS. La primera emplea el disco de 260 mm mordido por una pinza de triple pistón cuyo pistón central se combina con el monopistón trasero. También sustituye el pomo de contacto por una cerradura convencional.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Diseño Ergonomía Equipamiento	Control remoto Keyless Hueco casco delantero pequeño Suspensión trasera dura

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/IMÁGENES del Wottan Storm-V 125