- Autor del texto – Antonio Cuadra (Enviado especial)
- Autor de fotos – AC
- Fecha – 20/11/2012
A la vista está que se trata de una moto naked con un diseño muy cuidado y acertado. Desde luego, si la tienes delante impresiona, aunque en realidad es una bonita fachada que oculta detalles simples y que deberían repercutir en un precio contenido. Sin embargo, ni el importador español, ni el resto de los representantes europeos han estado demasiado interesados en ella.
Exteriormente parece sacar pecho con un bastidor perimetral de doble viga que impresiona más que el de la desaparecida deportiva Quannon. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y en realidad se trata de unas molduras plásticas que ocultan un bastidor de tubo con cuna simple interrumpida baja el motor de los de toda la vida. El motor no tiene mucho en común con el que emplea actualmente la custom Zing: está refrigerado por aire de marcha, y las formas de los cárteres son completamente diferentes. Además en su hoja de características se menciona que su culata es de dos válvulas y que rinde una modesta potencia de 10,7 CV.
Hay que deleitarse con las formas del depósito con casi 14 litros de capacidad que se prolonga hacia delante en unos aletines que integran los intermitentes con tulipa blanca, el agresivo y afilado faro con cupolino, el tablero de instrumentos (con optimista zona roja en el velocímetro a partir de los 120 km/h y pesimista en el cuentavueltas desde las 8.000 revoluciones) con nivel de gasolina e indicador de marcha engranada, cerradura de contacto con obturador, asiento del pasajero desmontable para guardar objetos, basculante con psudo refuerzo superior, monoamortiguador, y portamatrículas estilo deportivo.
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
