- Autor del texto – Javier Arenas
- Autor de fotos – Suzuki/eBent
- Autor acción – Javier Arenas
- Fecha – 27/7/2023
Suzuki cubre por fin un importante hueco en su gama: el de los scooters de 125 cc. Y además lo hace con tres diferentes opciones: el económico Address, estilo más deportivo para el Avenis, y enfoque elegante con el Burgman Street EX. El denominador común para todos ellos es una mecánica sencilla pero muy eficiente SEP que busca el menor consumo de combustible ofreciendo unas brillantes prestaciones. Sobre esa base, el Burgman Street añade el sistema EASS de parada a ralentí con funcionamiento silencioso.
Hubo un tiempo en que Suzuki se bastaba con un solo modelo en 125 cc para justificar sus buenos resultados económicos. Nos estamos refiriendo concretamente al Burgman 125 Made in Spain que satisfacía sobradamente desde 2002 las demandas de muchos usuarios de la categoría de la convalidación, en especial el femenino. Con el cierre de la fábrica de Gijón, la producción del Burgman en su tercera edición se trasladó a Tailandia acompañado del económico Address 110.
Con la imposición del Euro 5 en 2020, Suzuki decidió no renovar su gama de scooters en 125 cc y basarse únicamente en la de las motos GSX-R y GSX-S. Afortunadamente, la marca de Hamamatsu vuelve a participar en el mercado de los scooters en la popular categoría de la convalidación con carnet de coche, pero no con un solo modelo, sino con tres, recurriendo a su factoría filial de la India. Y aunque sus nombres nos resulten familiares, lo cierto es que tanto los nuevos Address 125 como el Burgman Street EX 125 no tienen nada que ver, con un nuevo Avenis 125 para el que busca un estilo más deportivo.
Denominador común la eficiencia energética: SEP
Las directivas anticontaminación obligan a las marcas a superarse con mecánicas más tecnológicas que lleven a rendimientos más eficientes en el consumo de combustible, reducción de ruido y a la menor emisión de contaminantes. Para su nueva gama de scooters, Suzuki ha recurrido a su tecnología SEP (Suzuki Eco Performance) que no deja de ser una suma de pequeños “granos” técnicos que hacen una montaña en su resultado final de rendimiento.
La principal intervención del SEP reside en la introducción de la mezcla aire-gasolina en la admisión mediante un conducto curvado en forma de banana que genera un flujo en el cilindro en forma de remolino que ayuda a homogenizar el contenido al bajar el pistón hacia su punto muerto inferior.
Una vez que se cierra la válvula de admisión (con diferentes ángulos de chaflán para el cierre con su asiento y un estrechamiento en la parte inferior de la cola para ayudar a sellar mejor con la guía), la mezcla se comprime y cuando el pistón se acerca hacia su punto muerto superior justo a punto para producir la chispa en la bujía, la forma en “M” de su “squish” (estrechamiento de la cámara de combustión con la cabeza del pistón) hace que se “escupa” más contenido de mezcla hacia los electrodos de la bujía para iniciar una combustión más eficaz.
Entre otros pequeños detalles tecnológicos conviene citar la bujía de níquel de cuello de rosca estrecho y electrodos más salientes, situación de la bujía más cerca del ventilador del aire forzado, inyector que funciona mejor en frío para facilitar el arranque, segmentos del pistón con menos rozamientos, balancines con rodamientos de rodillos en el contacto con la leva del árbol, posición más vertical de la válvula de admisión, bomba de aceite con menos fricciones, menor peso en los componentes mecánicos, etc.
Finalmente se ha conseguido un motor muy compacto y ligero, cuyo peso alcanza los 32,5 kilos y que, como en el anterior Address 110, también cuenta con pedal de arranque para cuando la batería empieza a fallar.
Con todo ello, esta sencilla mecánica de carrera larga, refrigerada por aire forzado con culata de dos válvulas, registra una potencia máxima de 6,4 kW (8,7 CV) a 6.750 rpm y un par de 10 Nm desde 5.500 rpm. En el caso del Burgman, la mecánica baja una décima de caballo (6,3 kW y 8,6 CV) a un régimen más bajo (5.500 rpm) manteniendo el mismo par y régimen, aunque lo compensa, como veremos, con más añadido tecnológico para conseguir bajar aún más sus consumos.
Suzuki Address 125
El nombre de Address tiene una larga tradición en los modelos de scooters de Suzuki desde la década de los ’80 con modelos impulsados por motores 2T en las cilindradas de 50, 75 y 100 cc, al que después de una larga ausencia se sumaría el Address 110.
Aunque Suzuki ha vuelto a rescatar esta denominación para un modelo completamente diferente, todos ellos tienen en común un precio de adquisición económico, estilo tradicional con el faro en el manillar, bajo peso y una mejor predisposición a los desplazamientos urbanos con el detalle de disponer de una plataforma plana para apoyar los pies y espacio bajo el asiento para guardar un casco integral.
El Address del 2023 aporta un peso en vacío ultraligero de 104 kg que le viene de perlas para moverse a diario con gran agilidad en el tráfico urbano (distancia entre ejes de 1.265 mm), combinación de ruedas de 12 y 10 pulgadas calzadas con neumáticos Dunlop D307N (mismo modelo de calzado en los tres modelos) y freno de disco delantero de 190 mm y trasero de tambor de 130 mm con funcionamiento combinado CBS. Además de utilizar la mecánica SEP con sus otros dos hermanos, el Address coincide en ofrecer una generosa luz al suelo de 160 mm que le permite subir bordillos sin golpear los bajos. Desde el puesto de conducción se dispone de una única guantera abierta a la izquierda junto a una toma USB de 2 amperios cubierto por una tapa de goma con luz azul para ayudar a localizarla y una cerradura de contacto por llave mecánica tradicional y sistema de obturación del bombín (Suzuki fue inventora de este sistema) desde la que se centraliza la apertura del asiento. En el manillar se encuentra un cuadro de instrumentos tradicional con una luz en el contorno del velocímetro analógico que cambia de color de azul a verde cuando el usuario dosifica el puño de acelerador de forma económica. En la parte inferior del cuadro se sitúa una pequeña pantalla LCD que reúne el nivel de gasolina y el totalizador de kilómetros. Don ganchos para colgar bolsas, bolsos y mochila se localizan en el centro superior del salvapiernas y justo debajo de la parte delantera del asiento. El depósito da cabida a unos justitos 5 litros de gasolina, aunque se compensa con el bajo consumo (con sus 1,9 litros cada 100 km declarados se alcanza una autonomía de 263 km). La boca de llenado se encuentra por el exterior, entre el asiento y el piloto trasero con cerradura en el tapón. De esta manera, el contenido del hueco del casco de 21,8 litros queda aislado de las manchas de la gasolina. En el alumbrado domina casi la tecnología LED. Y decimos casi porque tanto los intermitentes como el piloto trasero se resisten al cambio empleando bombillas incandescentes. Delante, el faro emplea dos focos superpuestos LED ubicando la luz de posición también LED bajo los intermitentes. Una forma de distribuir la luz en más puntos y ayudar a hacerse ver mejor. Detrás, el piloto trasero recurre a una tulipa con efecto matriz de diodos difuminando la luz de su bombilla en múltiples puntos. Dinámicamente nos convenció su ergonomía con una altura de asiento muy accesible a cualquier talla (770 mm) que permite a los usuarios estándar de 170 cm apoyar ambas plantas de los pies en el suelo con las piernas ligeramente flexionadas, y adoptando una postura cómoda con las espalda erguida y generosa habitabilidad para no golpearse las rodillas. Muy manejable y maniobrable. El motor responde con energía a cualquier golpe de gas incluso desde pasado el régimen de ralentí.
Se ofrece por 2.899 € en tres colores diferentes: azul, rojo y blanco.
Suzuki Avenis 125
La nueva alternativa de Suzuki en el segmento de los scooters va dirigida a un público de espíritu más juvenil tanto con el carnet A1 (16-17 años) como con el de coche. El Avenis guarda muchos puntos en común con el Address como su parte ciclo con ruedas de 12-10 pulgadas y mismo equipo de freno disco-tambor, así como su corta distancia entre ejes para callejear.
Sobre esa base se crea un modelo diferente caracterizado por una carrocería con trazos más rectilíneos y formas actuales y deportivas.
Así, el faro se sitúa ahora en la parte inferior del escudo frontal con dos focos LED superpuestos flanqueado a ambos lados por dos guías luminosas verticales que hacen de luz de posición. Los intermitentes también alternan de ubicación pasando al manillar y, como ocurría en el Address no son LED sino bombillas incandescentes.
Detrás también encontramos el recurso del tapón de llenado del depósito de gasolina por el exterior en posición horizontal que, en este caso, aumenta ligeramente su capacidad hasta los 5,2 litros; el tapón cuenta con cerradura y se une al scooter por una bisagra. Más abajo, el piloto trasero se desdobla en dos dedicando las guías luminosas verticales en ambos extremos a las luces de posición, y los triángulos interiores de matrices de diodos para la luz de freno. Los intermitentes traseros, también por bombillas, se sitúan más abajo separándose de la iluminación de la matrícula mediante soporte elásticos.
El salvapiernas está mejor dotado ya que, a la izquierda, se encuentra una guantera con tapa, mientras que, a la derecha, está una abierta. En el interior de la guantera cerrada se incluye la toma de corriente USB de 2 amperios con la luz azul que ayuda a enchufar el cable con baja luminosidad exterior. También se repite el recurso de los dos ganchos portabolsas en mismos lugares y la cerradura de contacto con obturador del bombín que centraliza además la apertura del asiento.
Como detalle diferenciador, el manillar adopta en la maneta izquierda una palanca para bloquear el freno en los estacionamientos, mientras que el cuadro de instrumentos se basa ahora en una pantalla LCD con más información (reloj horario, nivel de temperatura del motor y consumo medio), utilizando un testigo ECO para indicar que se está utilizando el scooter en condiciones óptimas para conseguir un bajo consumo.
Bajo el asiento, el compartimento principal de carga se reduce ligeramente a 21,5 litros, aunque se sigue dando cabida a un casco integral.
En nuestra primera toma de contacto se advierte que el asiento crece 1 centímetro hasta los 780 mm, pero sigue sin causar ninguna dificultad a las tallas medias y bajas que seguirán pudiendo apoyar en el suelo ambas plantas de los pies con las piernas algo flexionadas.
Al ponerse en marcha, se sigue adoptando una postura cómoda con la espalda vertical y mucho espacio de plataforma para mover los pies con total libertad, sin dificultades tampoco en lo que respecta a habitabilidad para las tallas más altas.
De nuevo, el motor responde instantáneamente a cualquier solicitud del piloto aportando su manillar más ancho un mejor control de la dirección.
El Suzuki Avenis se ofrece por 2.959 € en dos colores: blanco perlado y un atrevido bicolor gris mate con amarillo verdoso, ambos con acabado metalizado.
Suzuki Burgman Street EX 125
Sin duda, la denominación de Burgman en este nuevo modelo de scooter de Suzuki, ayudará y mucho a atraer la atención de un gran público que ya lo echaba de menos, aunque en la práctica su concepto no tiene nada que ver con el original. De hecho, el añadido Street ya marca diferencias en su uso estrictamente urbano sin demasiadas posibilidades de emplearlo en uso interurbano por carreteras abiertas a una velocidad acorde con la del resto de los vehículos.
Lo que sí es cierto es que se trata del modelo más elegante del nuevo trío de scooters Suzuki 125 con un diseño moderno sin recurrir a la deportividad de su hermano Avenis.
Es más, marca muchas diferencias con sus hermanos antes descritos. Para empezar, calza ruedas de 12 pulgadas en ambos ejes, aunque conservando el tambor de freno posterior (algo ya obsoleto en pleno siglo XXI) y su funcionamiento combinado.
El alumbrado tampoco tiene que ver con los anteriores y está más elaborado aunque manteniendo los intermitentes de bombillas. El faro se sitúa como en el Avenis en la parte inferior del escudo con un gran foco central dedicado a las luces cortas y, ambos lados, sendos focos para las largas. La luz de posición se emplea en guías luminosas a modo de cejas, situándose los intermitentes poco más abajo sobre el paso de rueda.
Detrás, el piloto trasero también combina un contorno de guía luminosa para la luz de posición encerrando seis diodos de alta intensidad para la luz de freno, e integrando en el conjunto a ambos lados los intermitentes.
El manillar se distingue por emplear un ancho parabrisas al estilo de los scooters Gran Turismo aunque no lo suficientemente alto para dar protección al piloto. Este manillar también acoge el mismo cuadro de instrumentos digital por pantalla LCD del Avenis con el añadido de un nuevo testigo EASS (Engine Auto Stop), el sistema de parada a ralentí que aporta más tecnología al motor. Cuando el motor ha alcanzado su temperatura óptima de funcionamiento y se encuentra parado el scooter unos segundos, en un semáforo por ejemplo, el motor se para dejando de consumir combustible a ralentí y cobra de nuevo vida en cuanto se gira el puño del acelerador. Además, el arranque es muy silencioso.
En el Burgman Street no encontramos la boca de llenado del depósito por el exterior, y habrá que abrir el asiento para acceder al tapón. Su capacidad supera a la de su hermano (5,5 litros) manteniendo el mismo volumen de almacenamiento que el Avenis (21,5 litros).
En el salvapiernas nos encontramos con el mismo esquema del Avenis: guantera cerrada a la izquierda con toma USB, abierta a la derecha sobre la que se encuentra la cerradura de contacto con obturador y apertura del asiento, y el gancho para colgar bolsas complementado por un segundo bajo la parte delantera del asiento.
A diferencia del Address y Avenis, el Burgman Street ofrece de serie un portabultos plano con asideras integradas para el pasajero, listo para recibir un baúl trasero sin utillajes específicos.
En su gama de accesorios originales merece la pena destacar el kit de puños calefactables y una barra de accesorios para el manillar donde se pueden fijar soportes para el móvil, por ejemplo.
En marcha conserva la misma altura de asiento del Avenis de 770 mm con idénticas facilidades para apoyar las plantas de ambos pies sobre el suelo con rodillas flexionadas pasando a una postura de conducción muy similar, aunque con el añadido de una segunda con las piernas estiradas apoyando los pies sobre plataformas inclinadas (otro recordatorio del Burgman de antes). La poco menos potencia del motor apenas se percibe y sigue siendo un motor que responde enérgicamente a cualquier golpe de gas.
Su precio pasa por poco la barrera de los 3.000 euros (3.099 € para ser exactos) ofreciéndose en tres colores: gris, blanco nacarado y negro mate metalizado.