• Autor del texto – Antonio Cuadra (enviado especial)
• Fecha – 21/11/2011

  Pese a que se emplea la misma mítica denominación del modelo de 2T, lo cierto es que poco tiene que ver aquella con esta 4T. Para empezar, el motor es un Minarelli 4T refrigerado por agua, con culata de cuatro válvulas y seis velocidades, que también emplean otros modelos offroad de 125 cc. El bastidor en color blanco tampoco tiene que ver, ya que se trata de un perimetral en un único tubo de sección rectangular, empleando para el resto de la moto otros componentes de calidad, pero no tan elevada como en la de dos tiempos.

Fantic combina muy bien el rojo y azul sobre fondo blanco. El manillar de la Caballero 4T cuenta con un generoso protector acolchado en su parte central, protectores de manos y una careta portafaros muy atractiva.	También se utiliza la superficie del guardabarros posterior para lucir los sponsor, o lo que es lo mismo, la relación de las marcas de la industria auxiliar que equipa la Caballero 4T. Que no falte la bandera italiana.

Aquí los frenos son Braking con discos lobulados, el monoamortiguador trasero es indistintamente Ollé o Sachs del tipo Piggy Bach (con botella separada) y se sigue empleando el funcionamiento progresivo por bieletas.	El silenciador lo firma la también italiana Zard. Se trata de un elemento en fibra de carbono para la versión Motard o aluminio en la Regolaritá, de muy bajo peso y muy efectivo para no desaprovechar ni un caballo de los que proporciona el motor Minarelli.

El motor es un Minarelli 4T que ya conocemos de muchos modelos deportivos y offroad de marcas europeas. Al contrario que en los modelos de Yamaha, se prescinde de la inyección electrónica y se utiliza un carburador tradicional Keihin de 30 mm.	El tablero también se basa en una pantalla LCD, pero integrando a su alrededor cinco testigos luminosos y un botón para seleccionar la función y, a la vez, ajustar el reloj y cuentakilómetros parcial.

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