• Autor del texto – Carlos de la Cuadra
  • Autor de fotos – Antonio Cuadra
  • Autor acción – CC
  • Fecha – 30/03/2015

El nuevo Symphony ST se desmarca de los scooters de Rueda Alta Económicos por niveles de acabado y equipamiento, y con un motor potenciado que ahora declara 10 CV con el que se consiguen mejores prestaciones y velocidad máxima. Por contra, el precio de adquisición sobrepasa la barrera de los 2.000 euros, aunque para compensarlo también se añade garantía de cinco años.


Sym Symphony ST 125 Los scooters de Rueda Alta Económicos están de moda. El público de la convalidación lo escoge mayoritariamente por dos argumentos de peso: la estabilidad que proporcionan sus ruedas de gran diámetro y su precio razonable. A eso hay que añadir también su mejor disposición para “suavizar” los baches, e incluso se desmitifica en las nuevas generaciones de scooters de llantas grandes su capacidad de carga permitiendo esconder bajo sus asiento cascos integrales, algo que ya llevan tiempo ofreciendo los modelos de Sym. No es de extrañar que cada vez haya más marcas que apuesten por los RAE, y que las veteranas como Sym no quieran perder su hegemonía. De hecho, los Symphony de Sym son todo un icono en esta categoría, con presencia asegurada en los primeros puestos del ranking de ventas, e incluso, con ocasionales subidas al puesto número 1. El año pasado, fuimos testigos del lanzamiento del Symphony LX con muchas mejoras tanto estéticas como técnicas, destinado a sustituir al Symphony S como alternativa urbana clásica, el Symphony SR Sport variante deportiva mejorada que también tomará el relevo al SR Top.

Sym Symphony ST 125

Pero no se trata solo de renovar su producto. Con este Symphony ST, Sym busca una tercera vía dentro de los scooters de Rueda Alta con un nivel de equipamiento y acabados hasta ahora desconocidos, nueva imagen con más cuerpo y con el plus de un motor muy potenciado que alcanza ahora los 10 CV de potencia. Obviamente, para llegar al nivel ST, Sym ha roto el límite de la barrera tradicional de los 2.000 euros (2.199 € para ser exactos), y aunque sea por un 10% más, ya pone en entredicho la “E” de económico (o “low cost” como a veces definimos a esta categoría). Por eso, preferimos decir que el ST estrena una nueva categoría próxima a los RAE tradicionales pero que se encuentra a mitad de camino en precio entre ese tope superior de los 2.000 euros y el tope inferior de los 2.700 euros a partir de los cuales podemos encontrar la categoría superior de los Rueda Alta con motor refrigerado por agua (precisamente ese límite inferior lo pone su hermano el HD2 con frenos combinados CBS).

Obviamente, como reza su denominación, el ST parte de la base Symphony: un scooter ligero y de envergadura compacta, lo que le hace muy adecuado para el público femenino. A partir de ahí, el Symphony ST mejora la fórmula original con mayor anchura del escudo frontal, y por tanto mayor protección para su conductor, y un diseño de carrocería muy elegante y con buen porte. La mayor anchura del frontal repercute también en una guantera de más capacidad con cerradura, en cuyo interior se encuentra una toma USB para cargar el móvil o conectar u navegador. Ese nuevo frontal tiene mucha personalidad con un faro de gran superficie que el empleado en el Symphony S y LX, e intermitentes con forma de flecha que incorpora cada uno 8 diodos LED dedicados a la luz de posición. Esta solución ya la habíamos visto en el Fiddle III y ayuda a hacerse ver mejor por el resto del tráfico al extender los focos de luz (faro e intermitentes).

En la parte posterior del ST se cuenta con un piloto de amplia superficie iluminado también por una matriz de diodos LED con los intermitentes a ambos lados, y un portabultos de nuevo diseño con superficie plana que integra las asideras laterales para el pasajero. Bajo el asiento encontramos el depósito de gasolina que aumenta hasta los 7,5 litros de capacidad, el antes mencionado hueco para el casco integral, y el característico interruptor amarillo de Sym que hace de cortacorrientes poniéndoselo un poco más difícil a los “amigos de lo ajeno”.

Sym Symphony ST 125

En el manillar, se cuenta ahora con contrapesos en los extremos que dan mejor tacto en la dirección y un revolucionario cuadro de instrumentos del que nos ocuparemos con más detalle en el apartado “El detallazo”.

Otro de los argumentos que aporta este ST es la garantía de cinco años. Un gran paso adelante respecto a la convencional de dos. Obviamente, su importador Bordoy está más que convencido de la fiabilidad mecánica de este Symphony ST para poder ofrecerla.


A bordo

Sym Symphony ST 125

Como Symphony que es, el ST ofrece un puesto de conducción cómodo, con una correcta altura entre asiento y plataforma plana para apoyar los pies que no obliga a flexionar las piernas y que da cabida a todas las tallas de usuarios, desde los más bajitos que podrán hacer pie gracias a sus 792 mm de altura, hasta los más altos que no tendrán problemas de golpeos con las rodillas tanto al esconderlas tras el salvapiernas como por el giro del manillar. Hasta ahí nada nuevo con cualquier otro Symphony que haya pasado por nuestras manos, sin embargo, la principal aportación de este ST en esta sección se encuentra en la mayor anchura de escudo que ofrece y que se agradecerá a la hora de llevar bien protegidas las piernas del frío y de la lluvia.

Otra importante mejora que aporta este ST se encuentra en el motor. Se trata de una segunda generación de la mecánica refrigerada por aire forzado denominada como ANM. Su característica más importante es que ofrece una potencia de 10 CV a 8.500 rpm y la mejora es más que apreciable, demostrando una gran alegría de funcionamiento, más aceleración y velocidad máxima acariciando los 100 km/h reales. Han sido muchos pequeños granos de arena que hacen una montaña: apoyos de levas en balancines con rodamientos, aumento de relación de compresión, mayor diámetro en las tomas de admisión y escape, nuevo diseño de culata, cotas de cilindrada diferente (menos diámetro del pistón y más carrera), cárteres aligerados, pistón aligerado, etc. Todo ello manteniendo una de las características exclusivas de los motores Sym: el tratamiento cerámico del cilindro. También se mantiene la alimentación por carburador e incluso la puesta en marcha alternativa por pedal.

Sym Symphony ST 125

Es muy zumbón, le gusta subir de revoluciones, y sale disparado de los semáforos.

Y aunque su velocidad máxima roce los 100 km/h reales (112 de marcador o incluso poco más cuesta abajo), donde mejor se desenvuelve el ST es en la ciudad. Su bajo peso y respuesta inmediata al acelerador le imprimen una agilidad ideal para ser el primero entre coches.


Línea de tierra

Sym Symphony ST 125

Con muy buen criterio por parte de Sym, el aumento de prestaciones del motor ha venido acompañado de una mejora en potencia de frenado en ambos ejes. Los frenos de disco de 226 mm que podemos encontrar en los otros Symphony (nada mal, sobre todo por contar con ambos elementos en las dos ruedas) han dado paso a un voluminoso disco de 260 mm en el tren delantero y otro de 240 mm en el posterior. Los dos cuentan con perímetro exterior ondulado (Wave) y conservan las mismas pinzas de doble y simple pistón (la trasera con latiguillo de trenzado metálico) de los otros Symphony. Se nota la mayor potencia de frenado aunque, sin que resulte grave, requieren algo más de tacto por el escaso recorrido en las manetas.

Sym Symphony ST 125

De calzado se conservan las mismas medidas y neumáticos CST. Cumplen en agarre incluso con lluvia aunque su estructura es un poco endeble y se desequilibran al mínimo esfuerzo; de hecho el delantero mostraba un molesto bacheado.

En lo que a suspensiones se refiere, el ST emplea los mismos elementos de los Symphony conocidos. Con una horquilla de tarado correcto a la que no se le puede objetar nada, como tampoco detrás a la pareja de amortiguadores hidráulicos con muelle de paso variable, que ya incorporan ajuste de precarga en cinco posiciones.


En compañía

Sym Symphony ST 125

A pesar de sus dimensiones compactas, el Symphony ST ofrece un asiento lo suficientemente largo para dar cabida a dos plazas sin problemas de habitabilidad. Además, con la mejora de potencia ofrecida en el propulsor, no hay ningún problema para iniciar la marcha con aceleración más que digna incluso con pasajeros “de peso”. Tampoco reviste ningún problema acomodarse en el asiento de atrás dada su contenida altura y la facilidad de pasar una pierna al otro lado. El portabultos trasero incorpora asideras laterales para agarrarse, mientras que los pies descansan en unas amplias y cómodas estriberas-plataforma abatibles.


Con lupa

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Mejora importante en el tren delantero al equipar un disco “Wave” sobredimensiado de 260 mm (antes 226 mm). La pinza de doble pistón es la misma, por lo que se ha incorporado un soporte intermedio entre éste y la horquilla para alejarla. La plataforma plana para apoyar los pies es otra de las virtudes de los Symphony. Con la mayor anchura del frontal se gana también en superficie y en libertad para mover los pies, así como para esconderlos los días de lluvia. Por fuera, el motor es el mismo solo que pintado de negro. Recibe la denominación ANM y cambia cigüeñal y grupo termodinámico: carrera más larga, sin fricciones y con más anchura de conducto de admisión para ganar un par de caballos más.
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La pata de cabra se sigue manteniendo, pero desde el año pasado, las nuevas series del Symphony abandonan el sistema de plegado automático e incorporan un cortacorrientes para los despistados. Los aparcamientos rápidos son más estables. Otra mejora importante son los amortiguadores traseros con precarga de muelle. Para su ajuste, no necesitan herramienta especial: basta con un destornillador. De serie vienen en la posición más blanda que resulta ideal para todo uso. La mecánica del Symphony sigue siendo fiel al tratamiento cerámico del cilindro y a la alimentación tradicional por carburador. Por ello, se mantiene el pedal de arranque como alternativa al motor eléctrico cuando falle la batería.
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El disco trasero también crece: desde los 226 a los 240 mm con perímetro Wave. También se mantiene la pinza, en este caso de simple pistón, el diseño de las llantas (en color negro) y el latiguillo de trenzado metálico (¿para cuando en el delantero?). El faro sigue la norma de los Symphony S (S, S LX y este ST) ubicado en el manillar. Cuenta con más superficie iluminada por una bombilla halógena. El cristal es transparente con parábola multicónvex. Otra novedad que incorpora el ST es incorporar en cada intermitente delantero las luces de posición por medio de una hilera de 8 diodos LED que se hacen ver muy bien con luz de día extendiendo los focos para destacarse en el tráfico nocturno.
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El “caracolillo” por el lado derecho delata al Symphony ST como scooter con motor refrigerado por aire forzado. Con ello se consigue una mayor simplicidad mecánica, clave principal de la fiabilidad de este modelo. Un detalle Premium a agradecer por el pasajero: las plataformas-estriberas desplegables para apoyar los pies. Es algo que hasta ahora se reservaba a los “rueda alta” con motor refrigerado por agua (su hermano el HD2, por ejemplo). Cambia también la forma del silenciador de escape aunque se debe a la moldura que protege del calor que, a la vez lo hace más voluminoso. Por este lado se cuenta con un semibasculante en el que apoya un segundo amortiguador.
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Los diodos LED también están presentes en el piloto trasero tanto para la luz de posición como para los frenos. Los intermitentes a ambos lados del piloto emplean bombillas tradicionales incandescentes. Hay muchos detalles pequeños que hacen una gran montaña. Uno de ellos es la llave de contacto cuyo mango es articulado con el fin de no clavártelo en la rodilla derecha ante un frenazo brusco. La cerradura de contacto incorpora la apertura mecánica del asiento. Los otros Symphony cuentan con el gancho portabolsas sencillo: sin articulaciones. En el ST se estrena uno con la apertura articulable y que se escamotea recogiéndolo para que no se enganche con las rodillas.
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Los retrovisores siguen siendo sencillos por varilla con fundas de goma en ambas articulaciones. Cambia el espejo que ahora acaba en punta hacia el exterior. Su superficie es ´ligeramente cóncava para conseguir un efecto panorámico.
De la mejora en anchura del escudo frontal se beneficia la guantera central que gana en capacidad interior. El cierre sigue siendo por cerradura (llave unificada con la del contacto) disponiendo en el contorno de cierre de una goma para su hermeticidad. Los mandos de la piña izquierda siguen siendo los mismos. Ofrecen muy buen tacto y están colocados para no levantar la mano de la empuñadura. El conmutador de largas-cortas incorpora la apertura eléctrica del asiento (Seat Open).
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Otro detalle típico de scooters Premium: los contrapesos en los extremos del manillar. Con ellos se le da más tacto y precisión al control de la dirección. Las manetas cromadas siguen siendo las mismas.
Junto a la empuñadura del acelerador solo encontramos el botón de arranque para utilizar acompañado del accionamiento de una de las manetas de freno. La tapa que se encuentra encima tapa el interruptor de luces: van siempre encendidas. El portabultos es muy discreto. Su superficie es completamente plana lo que permite apoyar en él un soporte de baúl universal. Este portabultos se extiende hacia adelante ofreciendo unas asideras laterales para nuestro pasajero.
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Bajo el asiento y en la parte posterior se encuentra el tapón de gasolina con cierre por bayoneta. En este ST se ha ganado un par de litros de capacidad y gracias a ello, aunque siga siendo consumidor, se visita menos la gasolinera.
No podía faltar el interruptor amarillo que incorporan bajo el asiento todos los scooters fabricados por Sym /tanto con su marca como con tras occidentales). Se trata de un cortacorrientes que se lo pone un poco más difícil al que quiera robar un ST. En el fondo del hueco para el casco encontramos una tapa de goma por la que se puede acceder a los controles y ajustes del carburador. La capacidad del hueco principal de carga ha ganado un poco más en esta versión ST.
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Junto a la bisagra del asiento encontramos estos dos tetones para colgar sendos cascos por fuera si el hueco principal de carga lo llevamos lleno de otros objetos. No cuenta con ningún muelle que mantenga abierto el asiento.
El hueco del casco con capacidad para uno integral es una de las señas de identidad de todas las versiones del Symphony, y ha sido uno de los primeros scooters de “rueda alta” que ha demostrado que se podía hacer. En el ST, los cascos entran con más holgura. Otro detalle de muy buen gusto es el vinilo transparente situado entre la cerradura de contacto y la parte superior de la guantera central. Sirve para que el llavero en el que guardamos la llave de contacto no dañe la pintura con el roce.
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El centro de la plataforma para apoyar los pies es una tapa que se desmonta dejando al descubierto la batería, fusibles y la unidad CDI. Al ser de plomo, se baja y adelanta el centro de gravedad, liberando espacio bajo el asiento, que es donde se suele encontrar.
La misma tapa de la batería se continúa hacia la parte inferior del frontal del asiento, dando acceso a la bujía y dejando al descubierto la tapa de balancines, aunque sin suficiente acceso para hacer un reglaje de válvulas. La guantera incluye en el fondo del lóbulo derecho una toma USB de 5V para recargar el móvil (sin adaptadores de mechero, solo se necesita el cable). Hay suficiente profundidad para poder guardar un smartphone.

 

 El detallazo

Sym Symphony ST 125

Nadie puede discutir la originalidad del cuadro de instrumentos del Symphony ST. El reloj principal se convierte o en un velocímetro con fondo de escala en 140 km/h o un cuentavueltas que alcanza hasta las 13.000 revoluciones. Si has escogido destacar el velocímetro, el cuentavueltas te aparece de forma digital en un display en la parte inferior y, viceversa, si lo que destacas es el cuentavueltas, ese display te muestra ahora la velocidad de crucero con dos dígitos y medio (hasta 199 km/h). Además el reloj principal incluye cuentakilómetros total y dos parciales y, fuera del reloj, tienes un segundo display en el que se recoge el nivel gráfico de gasolina y, en su parte inferior, la tensión de la batería o el reloj horario. Todo se configura con dos botones que podrían haberse situado en la piña derecha para cambiar las funciones sobre la marcha. Completan la información del cuadro de instrumentos, cinco testigos luminosos (intermitentes independientes, luz larga, reserva de gasolina y cambio de aceite) en la parte superior derecha. Todo perfecto salvo que, con luz de día, apenas se puede ver el fondo del reloj principal.

Sym Symphony ST 125


Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Aceleración 0-50 m 4,84 s (53,7 km/h)
Aceleración 0-100 m 7,80 s (65,9 km/h)
Aceleración 0-400 m 20,99 s (92,4 km/h)
Aceleración 0-1.000 m 43,35 s (97,3 km/h)
Aceleración 0-100 km/h NO LLEGA
Velocidad máxima 99,1 km/h
Consumo 4,02 l/100 km
Autonomía 187 km
Peso total lleno 125,6 kg
Reparto tren delantero 37,1%
Reparto tren trasero 62,9%
Prestaciones
Capacidad de carga
Equipamiento
Precio
Sin inyección
Luminosidad cuadro
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes


 Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/IMÁGENES del Sym SYMPHONY ST 125

 

Rivales directos Aprilia SR Motard 125
Derbi Variant Sport 125
Hanway Tourer 125
Honda Vision 110
Kymco Agility City 125
Peugeot Tweet Evo S 125
Piaggio Liberty 125 3v
Suzuki Address 110
Sym Symphony S 125
Sym Symphony SR Top 125

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