- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Fernando Sánchez
- Fecha – 10/8/2025
No creas que no es para tanto que las mejoras de la nueva custom de Zontes se limitan a cambiar la parte posterior de la conocida C anterior en su parte trasera (asiento y guardabarros trasero), porque hay mucho más que contar. Para empezar el motor se adapta a los cambios de la Euro 5+ manteniendo los mismos 14,7 CV máximos, pero haciendo que esté mucho más lleno y con más empuje en todas sus revoluciones. Además, descubrirás una nueva pantalla TFT a color en lugar de la LCD en blanco y negro integrando conexión con el teléfono móvil y función “Mirroring”. Y por si fuera poco, se mantiene el mismo precio de 3.087 €.
Hace poco más de un año, poníamos a prueba la esperada custom de Zontes en 125 cc, e incluso la enfrentábamos en una prueba comparativa con la QJ SRV 125, su más directo rival. Y es que se esperaba mucho de este modelo para el que la marca se volcaba dedicándole un bastidor completamente nuevo (recordemos que el resto de las Zontes de marchas comparten la misma plataforma) junto con suspensiones, ruedas y frenos específicos, además de los componentes de su carrocería que dan la forma final al modelo. Lo único que se mantiene en común es el motor refrigerado por agua con culata de 4 válvulas, inyección electrónica Bosch, embrague antirrebote y caja de cambios de seis velocidades.
Aunque las ventas de la 125C (antes C125) se concentraron en tres de los cuatro trimestres del año pasado, fueron más que suficientes para que Zontes arrasara literalmente con 1.320 unidades (la segunda custom se conformaba con 486 unidades). Ahora Zontes quiere distanciarse todavía más lanzando esta segunda evolución 125C2 cuando apenas ha pasado un año desde la primera. En la página web oficial de Zontes aparecen ambos modelos 125C y 125C2 e incluso comparten los mismos precios.
Así, a primer golpe de vista, las diferencias entre la nueva C2 y la C se centran en la mitad posterior, estrenando la C2 un conjunto guardabarros trasero-asiento de nuevo cuño con un estilo más tradicional customero que lo asemeja un poco más a la Rebel 500 de Honda con quien ya mantenía similitudes a nivel de las formas del bastidor visto y el depósito “cheposo” en el que caben 16 litros para afrontar de un tirón un viaje de largo recorrido. Recordemos que la 125C se acababa al final del asiento situando el piloto justo debajo de ese final y recurriendo a un guardabarros pegado a la rueda y sujeto al extremo izquierdo del basculante para fijar la matrícula e intermitentes.
Pero hay una diferencia abismal a la que dedicaremos con detalle el apartado “El detallazo”: la pantalla TFT a color que hace de cuadro de instrumentos en sustitución de la pantalla LCD monocroma.
Mismas llantas y dimensiones de neumáticos en 16 pulgadas con una goma trasera en medida 140/70 que le da un toque de obesidad. A estas llantas van asociados discos sobredimensionados de 300 y 230 mm con sus correspondientes canales ABS, disponiendo las válvulas de los neumáticos de sensores TPMS para monitorizar sus presiones en tiempo real.
Por supuesto, alumbrado Full LED, el sistema PKE de llave inteligente por proximidad en su última versión que permite utilizarla por inducción pasiva cuando se agota la pila-botón, y muchos mandos repartidos en las piñas del manillar con retroiluminación.
Como ya hemos comentado, la 125C2 se ofrece por 3.087 € con la promoción del seguro por un año incluido, y podrás elegirla en los mismos cuatro colores de la 125C: negro, rojo granate, beige y azul.
A bordo
Con una altura de asiento de 700 mm, va a ser muy difícil encontrar un potencial piloto que, sentado, no pueda apoyar ambas plantas de los pies en el suelo. Cuando inicias la marcha y apoyas los pies en las estriberas adoptas una postura que no es para nada custom con estas adelantadas y piernas estiradas, ni tampoco naked con las estriberas retrasadas. Más bien se encuentran en el punto medio y, por poner un parecido más directo, nos han recordado a la postura sobre un scooter con las piernas en ángulo recto, lo que ya va encarrilando a la 125C2 en cualidades urbanas. Las formas y ubicación del depósito están pensadas para conseguir la mayor estrechez para apoyar las rodillas, ya que por encima de ellas se ensancha para ganar en capacidad. Incluso los usuarios más altos no tendrán problema para acomodarse con la salvedad de la ubicación de los retrovisores al estilo “café racer” con las que nos fue entregada la unidad de prueba (colgados de los extremos del manillar) que en giros muy cerrados llegan a golpear con las rodillas, al margen de que no son nada funcionales para ver lo que hay a tus espaldas. Se resuelve en parte aflojándolos con una llave Allen del 6, y colocándolos en el extremo opuesto del manillar.
Zontes se ha trabajado la mecánica para no perder caballería con la legislación Euro 5+. Es más, se mantiene el pico de 14,7 CV a 9.000 vueltas, pero se nos muestra más lleno en todos sus regímenes como lo demuestran los registros de telemetría de sus aceleraciones a salida parada ligeramente superiores a las que registramos en la 125C.
Con esa mayor elasticidad del motor y ruedas algo más pequeñas de lo que habitualmente encontramos en una moto, además de la posición de conducción con espalda erguida, la C2 lo hace muy bien en ciudad disponiendo de tracción útil desde las 5.000 revoluciones para conducir con total tranquilidad. Tan solo hemos podido comprobar que, en rotondas muy cerradas, las estriberas llegan a rozar con el asfalto.
Saliendo a carretera abierta, ayuda su larga distancia entre ejes de casi metro y medio (1.485 mm). A tope en llano y acoplándote sobre el depósito podrás llegar a ver los 117 km/h en su velocímetro. Optimismo no le falta, ya que esa velocidad se corresponde con 106,9 km/h reales. Con un poco de pendiente a favor, llegarás a ver en su velocímetro poco más: 121 km/h que es cuando alcanza las 10.000 revoluciones y se corta el encendido. Ya lo comentamos para la C, y volvemos a insistir en esta C2: pide a gritos un desarrollo más largo. Tal vez con un piñón de un diente más se arregle todo y no es porque corra más, que también, sino para llevar el motor más desahogado sin que sufra la mecánica forzándolo a altas revoluciones con el lógico aumento de consumo. Por cierto, que en nuestro habitual recorrido ciudad-carretera dando caña, la C2 pasó ligeramente de los 3 litros a los 100 km, concretamente 3,09, lo que le permite recorrer al menos ¡517 km! sin parar en una gasolinera.
Línea de tierra
La C2 recurre a suspensiones convencionales, delante una horquilla telescópica no invertida y detrás una pareja de amortiguadores tradicionales en lugar del monoamortiguador que equipan en ambos casos sus hermanos. Y además nos demuestra que los sistemas tradicionales no tienen porque funcionar peor. Así, la horquilla luce un tarado en ese punto medio ideal que permite compaginar el confort con la firmeza en los trazados, haciendo tándem con los amortiguadores dotados de doble paso de muelle con la precarga en la posición intermedia que no hace falta cambiar ni llevando pasajero.
Para los neumáticos, se recurren a unos CST que dan confianza por su buena adherencia en seco. De su comportamiento en mojado no hemos tenido oportunidad de comprobarlos.
Pasando a los frenos, no es de extrañar que con un disco delantero de 300 mm nos sobren elogios de que no te faltará potencia para detenerte y, con más motivo, cuando el ABS apura al máximo la situación de bloqueo para intervenir. A los 230 mm traseros les falta ese mordiente final por la intervención del canal trasero del ABS.
En compañía
Otro importante cambio que aporta el C2 afecta directamente a nuestro acompañante. El nuevo asiento mantiene una superficie de banqueta muy similar al C, esto es, tirando a escasa, pero con la presencia del guardabarros trasero a continuación del final del asiento, desaparece el efecto psicológico a caerse hacia atrás. Buena solución la de disponer en una posición más baja las estriberas para no tener que ir en cuclillas y emplear las molduras laterales que cubren las partes superiores de los amortiguadores como asideras.
El detallazo
El cambio de pantalla LCD monocroma a TFT de alta definición a color es una gran evolución y con más motivo cuando el precio de la C2 es el mismo que el de la C. Esta pantalla ya la conocíamos de otros modelos de scooters y motos de la marca. Cuenta con dos visualizaciones: la casual que podéis ver sobre estas líneas y la simple, justo debajo. El brillo se puede ajustar en cinco niveles o también optar por hacerlo automático para que se oscurezca si la intensidad de luz exterior es muy baja; en ningún caso cambia a negativo. Como en la pantalla LCD de la C, se controlan en tiempo real las presiones de los neumáticos advirtiendo con un testigo alarma si se produce una rápida despresurización de uno de los neumáticos. Una importante ventaja de esta pantalla es que permite vincularla con un teléfono móvil a través de Bluetooth y la App gratuita Zontes Global para móviles Android e Iphone, con la posibilidad de hacer “Mirroring” clonando la pantalla del móvil en la de la moto, algo muy práctico para utilizar un navegador como Google Maps para llegar a nuestro destino.
Con lupa
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Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 4,54 s (56,6 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 7,35 s (69,8 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 19,85 s (96,4 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 41,22 s (103,1 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 25,30 s (549 m) |
Velocidad máxima | 106,9 km/h |
Consumo | 3,09 l/100 km |
Autonomía | 517 km |
Peso total lleno | 155,3 kg |
Reparto tren delantero | 47,3% |
Reparto tren trasero | 52,7% |
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Diseño Precio Equipamiento |
Roce estriberas Desarrollo corto Funcionalidad retrovisores |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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