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Yamaha R125 '25 - MotoGP Urbano

|Autor del texto: Antonio Cuadra|Fotos: AC|Acción: Alejandro Rivero|PRUEBAS

Yamaha R125 '25 - MotoGP Urbano

La cuarta generación de la deportiva de Yamaha en 125 cc da un importante salto evolutivo aportando importantes cambios de equipamiento como la instrumentación TFT de inspiración R1, nueva carrocería con formas heredadas de la M1 de MotoGP y faro de una sola óptica como en la R7, y el sofisticado motor de la marca con doble distribución VVA que añade ahora el embrague antirrebote manteniendo los 15 CV límite, a pesar de las cada vez más exigentes directivas anticontaminación, pero apurándolos al máximo para rendir las mejores prestaciones del segmento. Desgraciadamente todo ello se traduce en un elevado precio de 5.899 €. Yamaha R125 '25 La familia de motos deportivas de Yamaha acaba de cumplir sus primeros 25 años. Desde 2008 se amplió con la incorporación de la hermana pequeña de 125 cc. Aclaramos que lo de pequeña es solamente en cilindrada y no en tamaño, ya que apenas se aprecian diferencias en dimensiones y formas con sus hermanas mayores.

Yamaha R125 '25 A lo largo de todo este tiempo, la YZF R125 ha ido mejorando cada vez más y en esta cuarta generación que ponemos en prueba, acaba de perder la etiqueta YZF, como sus hermanas, y ya te adelantamos que ese no es su principal cambio.

Para resaltar más el cambio generacional, la estética cambia completamente inspirándose no solo en los rasgos de sus hermanas mayores sino también en la de la exclusiva M1 de MotoGP con su atención a la aerodinámica. Fíjate. por ejemplo, en el faro que abandona la doble óptica por una sencilla como las R7 y R3, “rellenando” las ausencias a sus lados por guías luminosas que hacen de luz de posición. Presta atención también a las branquias que se han practicado a ambos lados de la parte delantera del depósito y que te vendrán a la cabeza las de la R7. O la tija superior de la horquilla aligerada al estilo de la R1. Y en dimensiones apenas percibirás los 2 cm de diferencia en altura que la separan de la R1.

El motor que la impulsa, se las apaña para no deprimirse por las cada vez más exigentes normas Euro, y en las que la última que cumple, Euro 5+, no es una excepción con mayor rigurosidad en tema de ruidos, durabilidad y control de desgaste del catalizador del escape. Ahí, sigue rindiendo los 15 CV límite a 10.000 revoluciones con un par de 11,5 Nm a 8.000 vueltas. Por supuesto, mantiene el sistema de doble distribución VVA estrenado en la generación anterior, que permite combinar el carácter de un motor tranquilo con buena respuesta a bajo y medio régimen, con el de otro más rabioso al que le gusta estirar a altas revoluciones (hasta las 12.000 rpm) dándolo todo. El cambio de distribución se produce automáticamente a las 7.400 revoluciones. Novedad en esta última versión es que la mecánica para la R125 emplea un desarrollo más largo que el que emplean sus hermanas de mecánica y bastidor Deltabox la MT-125 y XSR 125, y embrague antirrebote.

Yamaha R125 '25 Importantes aportaciones electrónicas para esta versión, como la incorporación del control de tracción TCS, preinstalación para montar cambio rápido en la palanca de idem (una pasta: 184 €) y, lo más importante, pantalla TFT a color de 5 pulgadas con contenidos de inspiración R1 y conectividad Bluetooth al móvil por medio de la App MyRide que añade navegación para ayudarte a llegar a tu destino y conexión con micro-auriculares de cascos. La nueva pantalla ha obligado a cambiar las piñas de conmutadores empleando en la derecha una ruedecita como la de los ratones de ordenadores que también incorpora pulsador.

Como veis, hay mucho que contar, pero también tenemos que dar el disgusto de un precio que se acerca peligrosamente al “kilo”, concretamente 5.899 €. Sirviéndose solo en dos colores: el azul característico de Yamaha que ilustra nuestra prueba y el negro empleado en versiones Tech.

A bordo

Yamaha R125 '25 820 mm de altura declarada del asiento del piloto sobre el suelo, es para que los menos altos se echen a temblar. Pero afortunadamente Yamaha ha moldeado a su R125 con una cintura de avispa que lo pone más fácil con un arco de montura estrecho, lo que permite a las tallas estándar tipo 170 cm apoyar ambas plantas de los pies y, a las que están ligeramente por debajo despegar ligeramente los tacones.

Iniciando la marcha se adopta una postura nada radical en una deportiva, esto es, sin cargar parte del peso del piloto en las muñecas, a pesar que se estrena una nueva posición de las estriberas más elevada y retrasada. Ayuda mucho en esta nueva posición la mayor anchura del manillar desde los 680 mm a los 715 dando además un mayor control a la dirección. Hasta Vicente Arenas con su metro noventa apreciaba una gran habitabilidad, asociando su posición de conducción a la de una Sport Turismo más que a una deportiva.

La doble distribución VVA, una distancia entre ejes contenida de 1.325 mm, así como un peso declarado de 141 kilos (no se aleja demasiado de los 142,1 de nuestra báscula), permiten ofrecer una utilización perfectamente válida para emplear la R125 como herramienta de desplazamiento urbano a diario. La única pega que le pondrás es que no llevas la espalda vertical, pero para eso mejor una MT-125 o XSR.

Tienes buena tracción desde las 5.000 vueltas y va acelerando progresivamente con suavidad, sin sobresaltos, demostrando una **excelente agilidad **para moverse entre coches en plena hora punta, aunque tendrás que estirar mucho el cuello para prever huecos y cambiar de dirección.

Yamaha R125 '25 Saliendo de la ciudad y adentrándose en autopistas, la doble VVA pasa de las 7.400 y resurge la otra personalidad rabiosa del motor, aunque sin perder la suavidad de funcionamiento. Ese cambio es inapreciable a no ser que te fijes en que se ilumina el testigo VVA en la pantalla, y lo de la “rabiosidad” hace referencia a que sube de vueltas sin que nada lo frene; en cualquier caso, tú eres el que domina la situación. Llegarás a ver en llano los 130 km/h en su velocímetro que se corresponden con 120,3 km/h auténticos. Está claro que no necesitas un banco de potencia para verificar que registra los 15 CV límite, algo que otras 125 cc declaran pero no lo demuestran en prestaciones. Pero, si encuentras condiciones favorables, llegarás a ver los ¡141 km/h! de velocímetro con los que romperías el récord cuesta abajo (pronunciada) sobrepasando la barrera de los 130 km/h reales en una 125 cc 4T. Bien por el reparto de pesos, perfectamente repartidos en ambos ejes, aunque con una pequeña desviación hacia el tren delantero, que siempre viene bien.

A la estabilidad que demuestra en carretera añade una buena predisposición para enlazar curvas en carreteras de montaña, como nos lo demostró Jandro Rivero en el circuito de La Princesa (Móstoles, Madrid).

Pero es que, además, el consumo es muy contenido. En nuestras habituales condiciones “cañeras” hemos registrado un consumo de 3,11 litros a los 100 km, lo que arroja una autonomía mínima de 353 km sin repostar. Corre mucho, gasta poco, ¿qué más le puedes pedir?

Línea de tierra

Yamaha R125 '25 ¿Qué te puedes esperar de unas suspensiones firmadas por KYB (Kayaba)? Pues no hay mucho más que decir: son rígidas, pero con ese tarado a mitad de camino entre confort y firmeza. Trabajan muy bien en equipo y te hacen sentir como en una alfombra voladora filtrando los baches del firme. La horquilla delantera es invertida con barras de 41 mm; lo único que le falta es al menos un ajuste de precarga para los que prefieren más dureza y sacarle todo el jugo deportivo. El monoamortiguador va anclado directamente al basculante (sin bieletas) y, al menos, cuenta con ajuste de precarga, pero mejor no lo toques para no descompensar el conjunto.

Yamaha R125 '25 En lo referente a neumáticos, fabricándose la R125 en la factoría francesa de San Quintín pues tira de industria local para calzarle unos Michelin Pilot Street. Aunque no pudimos comprobar su comportamiento en mojado, sí que podríamos hacerlo extensible a experiencias previas dando muy buena confianza en cualquier condición. Bien por el ancho trasero de 140 con perfil del 70%.

Por frenos, de nuevo fantástica la R125: te detiene donde tú quieras. Delante cuentas con un disco flotante de 292 mm mordido por una pinza de anclaje radial con cuatro pistones con la escasa intervención del canal del ABS como nos gusta. Detrás, al disco posterior de 220 mm con pinza monopistón le afecta más la intervención de su canal del ABS; no deja de ser una pequeña ayuda para el delantero. La novedad del control de tracción TCS nos pasó desapercibida en situación de secano con la buena adherencia de sus neumáticos.

En compañía

Yamaha R125 '25 La única dificultad que se va a encontrar nuestro acompañante a la hora de acomodarse en el asiento de atrás de la R125 es la altura: si ya es alto de por sí el asiento del piloto, el del pasajero está en el “piso de arriba” y no hay ascensor, así que tendrá que recurrir a una de las estriberas como escalón y que el piloto aguante el desequilibrio. Una vez arriba, por supuesto que contará con buenas vistas por encima del casco del piloto, pero se encontrará cómodo apoyando los pies en unas estriberas bajas y agarrándose en las falsas toberas laterales que hacen de asideras de diseño.

El detallazo

Yamaha R125 '25 Otro gran avance en la evolución de la R125 ha sido emplear una pantalla TFT a color como cuadro de instrumentos. Comparada con las que hasta ahora conocíamos, te puede resultar muy sosa y triste por la ausencia de colores, gráficos y escasa variedad de visualizaciones, pero Yamaha ha preferido emplear una pantalla seria libre de distracciones, inspirada en la que emplea la hermana mayor R1 con toda la información necesaria. A destacar el control por la ruedecita tipo ratón que se encuentra en la piña derecha y que también podrás pulsar para seleccionar las funciones. Para la conectividad con el móvil, deberás emplear la App MyRide de Yamaha, pero también podrás disponer de navegador GPS con mapas e indicaciones paso a paso, instalando una segunda App: Garmin StreetCross. Esta opción de Garmin ya se emplea en las series Tech-Max del XMax y NMax.

Con lupa

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Yamaha R125 '25Yamaha R125 '25
El disco trasero de 220 mm, mordido por una pinza de un solo pistón, es muy sensible a la intervención de su correspondiente canal del ABS y peca de falta de mordiente.El silenciador de escape es voluminoso, pero está convenientemente protegido de quemaduras. Las formas asimétricas del basculante permiten salvar su salida.
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El pedal de freno estrena nuevos soportes específicos que sitúan las estriberas en una posición más alta y retrasada. Para sus hermanas de plataforma XSR y MT se adoptan otros soportes también de fundición de aluminio.El depósito del líquido de frenos conectado a la bomba trasera se ha elevado aprovechando el anclaje de la estribera derecha con la intención de facilitar el control del nivel.
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Soberbia horquilla invertida aportada por el especialista japonés KYB (Kayaba) con 41 mm de sección de barras y 130 mm de recorrido. Funciona muy bien con un tarado más cómodo que deportivo. Mejoraría con regulación de precarga.El radiador se encuentra en la parte superior del fondo del paso de rueda delantera muy bien expuesto al aire de marcha, aunque disponiendo de un electroventilador adosado al reverso para ayudar en situaciones a baja velocidad (atascos y paradas en semáforos).
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Esta es una de las veces en las que el diseño es compatible con la funcionalidad: las falsas toberas laterales que le dan agresividad al conjunto, y sirven de asideras laterales para nuestro acompañante.En Yamaha no se han complicado la vida con un diseño original y sofisticado de la firma luminosa del piloto trasero. Bastaba con recurrir a una matriz de 12 diodos repartidos en tres filas.
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Los intermitentes, matrícula y su iluminación van unidos a un soporte que cuelga de la parte posterior de la moto. No nos atrevemos a afirmarlo, pero los intermitentes parecen incluir una bombilla incandescente.El disco delantero es flotante con un gran diámetro de 292 mm mordido por una pinza de anclaje radial con cuatro pistones. Es potente, dosificable y solo interviene su ABS cuando está a punto de bloquearse el freno.
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El disco delantero es flotante con un gran diámetro de 292 mm mordido por una pinza de anclaje radial con cuatro pistones. Es potente, dosificable y solo interviene su ABS cuando está a punto de bloquearse el freno.Una obra de arte de la orfebrería: el basculante asimétrico fabricado en fundición de aluminio con refuerzo superior sobre el lado izquierdo y diseñado para que la cadena lo atraviese libremente. El desarrollo final es más largo que el de las MT/XSR (antes compartían el mismo).
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El único apoyo que cuenta para los estacionamientos es el caballete lateral. Ni que decirlo: no se recoge solo y cuenta con interruptor cortacorrientes que corta el encendido si se encuentra extendido.La palanca de cambios cuenta con un reenvío para adaptarla a su nueva posición retrasada y elevada. En esta cuarta generación se ha añadido una preinstalación para contar con cambio rápido de marchas sin embrague sustituyendo la varilla del reenvío por una especial.
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Nueva disposición de mandos en la piña izquierda de conmutadores: el botón del claxon que antes se encontraba debajo del conmutador de intermitentes se aleja por encima del conmutador a su derecha.Tan solo dos mandos ocupan la piña derecha, aunque multifuncionales. El de color rojo concentra las funciones del cortacorrientes y botón de arranque. El que está debajo es una ruedecilla tipo ratón con pulsador para manejar las funciones de la nueva pantalla TFT.
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El diseño aligerado de la tija superior se inspira en la de su hermana mayor la R1. Justo por encima de ella y abrazando las botellas de la horquilla se fijan los semimanillares.La posición de las estriberas del pasajero se encuentra más baja de lo que habitualmente se estila en una moto deportiva en beneficio de su confort, disponiendo de topes laterales para que su pie no roce con la rueda. Se pueden desmontar del subchasis para un uso deportivo.
Yamaha R125 '25Yamaha R125 '25
Como debe ser en una moto: el tapón del depósito cuenta con cerradura y una bisagra que lo une al depósito para no perderlo. Su capacidad es de 11 litros.Los espejos retrovisores van fijados al carenado superior con un mecanismo que los pliega en caso de caída. El largo mástil permite situarlos en una posición alta que mejora la visibilidad a nuestras espaldas.
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Por primera vez se recurre a un faro de una sola óptica al más puro estilo R7. Se basa en dos focos LED para cortas y largas que dirigen su haz a una lente (funcionamiento polielipsoidal). El hueco donde se encontraban antes los faros lo ocupan las guías luminosas que hacen de luz de posición.La cúpula del carenado es muy bajita y te obliga a esconderte muy bien detrás de ella para adoptar una postura muy aerodinámica con la que conseguir los mejores registros de velocidades máximas.
Yamaha R125 '25Yamaha R125 '25
Una cerradura situada en la parte delantera del asiento del pasajero te permite retirar para acceder al diminuto compartimento de carga donde guardar la documentación y un antirrobo de disco.La base del asiento sirve para distribuir la dotación de herramientas reducida a una llave Allen y un destornillador plano-estrella sin mango.

Yamaha R125 '25Yamaha R125 '25

Pros

  • Estética
  • Motor muy lleno
  • Instrumentación

Contras

  • Precio elevado
  • Altura asiento
  • Freno trasero sin mordiente
acc50m4,86 s (58,3 km/h)
acc100m7,61 s (72,3 km/h)
acc400m19,39 s (104,1 km/h)
consumo3,11 l/100 km
acc1000m39,06 s (113,0 km/h)
maxSpeed120,3 km/h
acc100kmh39,06 s (322 m)
autonomia353 km
pesoTotal142,1 kg
repartoTrasero50,1%
repartoFrontral49,9%