• Autor del texto – Carlos López
  • Autor de fotos – Israel Medrano (Kymco)
  • Autor acción – Carlos López
  • Fecha – 10/09/2010

Kymco entra de lleno en el segmento de los sofisticados scooters Gran Turismo de gama alta con el SuperDink 125i, que pretende ser la referencia de la marca en comportamiento, tecnología y prestaciones. En su desarrollo se ha partido de cero, todo nuevo, volcando en él su dilatada experiencia y dispuestos a convencer a los más exquisitos.


Kymco cuenta con una gran experiencia en scooters GT. Desde el lanzamiento de su modelo Dink 125/150, allá por 1997, la marca taiwanesa tuvo el mérito de popularizar, con un precio muy contenido, un segmento del mercado que era inaccesible para el gran público: el del scooter sofisticado, entendiendo por tal el que está dotado de una buena protección (parabrisas integrado), comodidad, tanto para el conductor como para su acompañante, capacidad de carga excepcional, frenos de disco y mecánicas muy avanzadas (de ciclo 4T con refrigeración líquida). Al Dink le sucedió el Grand Dink en las cilindradas de 125, 150 y 250 cc, consiguiendo la versión del “octavo de litro” el mayor éxito de ventas con la llegada, en 2004, de la convalidación de motos de 125 cc con el carnet de coche.

Ahora, de nuevo, Kymco vuelve a emplear la denominación Dink para un scooter GT. Y es lo único que repite. Todo, absolutamente todo, es nuevo: no se aprovecha ningún tornillo de los modelos que le han precedido. Pero tampoco el SuperDink piensa en sustituir al Gran Dink o al Yager. Por tamaño, el SuperDink está sobredimensionado para tratarse de un 125 cc, aparentando más cilindrada de la que en realidad tiene, y eso -todo hay que decirlo- le da mucho porte a su conductor, sobre todo cuando, por compromisos laborales o familiares, no se puede uno permitir sacarse el carnet de “moto grande” y tiene que conformarse con lo que le ofrece la convalidación.

Detrás de su elegante y bonita fachada de afiladas líneas, se esconde un bastidor, también sobredimensionado, en el que se ha reforzado la estructura con doble tubo, desde la zona de la pipa de la dirección hasta la parte posterior, que soporta el peso del pasajero. No es de extrañar que, en marcha, muestre una rigidez total. En lo que respecta a capacidad de carga, Kymco se porta: dos cascos integrales y alguna cosa extra bajo el asiento, más una pequeña guantera sin cerradura a la izquierda de la base del manillar, que incluye toma de corriente para el móvil.

En la lista casi interminable de detalles del SuperDink, destaca el cuadro, sencillo, pero con sobrada información y de fácil lectura mediante dos esferas analógicas (aunque de funcionamiento electrónico, como se puede comprobar con el “saludo” que hacen sus agujas en el chequeo inicial) y, en medio, una pantalla digital. Lo mejor, sin duda, es su doble óptica de faro, que sigue las formas independientes y alargadas hacia arriba que se dieron a conocer con el Xciting 500 ABS. De hecho, también va firmado por TYC -una marca especializada en la iluminación de coches- y combina en cada faro una óptica elipsoidal para el haz de cruce o cortas (parte inferior), otra parabólica para la de carretera/largas (centro) y, en la parte superior, la bombilla de los intermitentes, que apagada muestra el cristal en color metálico confundiéndose con el resto del faro, pero que al iluminarse lo hace en el color ámbar característico. Las dos ópticas están iluminadas por bombillas halógenas H8, con el perímetro exterior de la óptica elipsoidal compuesto por una hilera de diodos LED de color blanco que hacen de luz de posición.

Por encima de los faros se encuentra el parabrisas. Alto y envolvente. Está hecho para ver por encima de él, aunque si agachas la vista, la transparencia no distorsiona haciendo “aguas”. Cuenta con una entrada de aire en su parte inferior que crea una corriente de aire por detrás de él que anula las posibles succiones por el vacío que se genera a alta velocidad.

A bordo

En cuanto al motor, nos encontramos con un derroche tecnológico por parte de Kymco, que explicamos en el apartado “El detallazo”. Apura la potencia máxima permitida para esta cilindrada y tiene genio, haciendo que el SuperDink se dispare hasta los 120 km/h de velocímetro, que se quedan en poco más de 112 km/h reales, situándole entre los scooters más rápidos de esta cilindrada. Va suave y, siendo un poco quisquilloso, sólo se aprecia un ronroneo que, en absoluto, son vibraciones. La única pega es que le “lastra” el peso. 178,1 kg, con depósito lleno, son muchos para un “cientoveinticinco” y se nota con una cierta pereza para salir. Por ello, el SuperDink prefiere la carretera o las grandes avenidas con los semáforos sincronizados. Pero si “callejeas”, ya sabes sus limitaciones: es un segundo en el que se lo piensa, pero si alguien sale antes que tú, seguro que recuperarás el tiempo perdido.

Sin embargo, no es torpón maniobrando y, en cuanto sales a carretera abierta, muestra un aplomo que imprime seguridad y un trazo firme. Ahí es donde se luce la rigidez de la estructura del bastidor y la combinación de ruedas de 14 y 13 pulgadas, que también tiene mucho que ver en su andares. Con dimensiones tan grandes, no es de extrañar que el conductor vaya a sus anchas. La posición que se adopta es cómoda con la espalda erguida y todos los mandos en su sitio correcto y, sobre todo, con muy buen tacto. Cuando vas por carretera te relajas adelantando un poco los pies, pero no lo suficiente para adoptar una postura custom, por culpa de un escalón que muestra el salvapiernas. El espumado del asiento también es cómodo pero, si adelantas la posición despegándote del respaldo, notarás que el grosor de la goma espuma se hace mínimo.

Línea de tierra

Las suspensiones también están pensadas para más cilindrada, con una horquilla con generosas barras de 37 mm y doble amortiguador posterior con ajuste de precarga. Como casi todas las Kymco, delante cumple bien, pero detrás tiende a ser seca de reacciones. En cuestión de frenos nos volvemos a quitar el sombrero (o mejor el casco). Cuenta con discos de 260 y 240 mm en cada eje, muy potentes y, a la vez, muy dosificables. Influye en esto la utilización de latiguillos de trenzado metálico, que no se “hinchan” cuando se abusa de ellos, y también, las manetas con regulación en cuatro posiciones de su apertura, para adaptarse a todas las tallas de manos. Sin duda esto es un detalle de calidad más propio de megascooters de superior cilindrada y precio.

 
En compañía

El SuperDink es de esos scooters que están hechos para disfrutar a dúo: ventajas de estar sobredimensionado en tamaño. Aunque, si ya nos quejábamos de la pereza en las salidas, pues imagínate lo que le va a costar tomar carrerilla con dos. Las zonas de los tripulantes están perfectamente delimitadas por el respaldo del conductor, obligando al acompañante a “trepar” apoyándose en una estribera para acomodarse. Está alto, hay buenas vistas por encima del casco del conductor y la banqueta es amplia y con mullido correcto. Las manos descansan y se sujetan en las prolongaciones laterales del portabultos, y las estriberas fijas ponen el punto negativo, ya que le obligan a arquear las piernas demasiado para dentro.

Con lupa

El sistema de obturador, que impide la manipulación de la cerradura de contacto, ha sido mejorado en el SuperDink con la activación por un simple botón amarillo. Con la llave hexagonal magnética añadida en el mango se desactiva. Todo el tren delantero es excepcional para un scooter de 125 cc: horquilla con barras de 37 mm, rueda de 14 pulgadas y un disco de 260 mm que emplea latiguillos de trenzado metálico, para aprovechar al máximo la potencia de frenada. Muy bien conseguida estéticamente la iluminación y muy efectiva. Cada faro incluye óptica elipsoidal con LEDs blancos en el perímetro (abajo) y parabólica (centro). El cristal plateado de la bombilla de intermitentes (arriba) se confunde con el metalizado.
A la izquierda de la base del manillar se encuentra esta guantera con toma de corriente para el móvil. No da mucha capacidad, pero sí la suficiente para vaciarse los bolsillos. Ojo con lo que te dejas en su interior, porque no tiene cerradura. El asiento se abre desde el contacto sin tener que parar el motor. Un hidráulico lo mantiene abierto dejando las dos manos libres para manipular en su interior. Caben sin dificultad dos cascos integrales y alguna cosa más de pequeño tamaño. El cuadro es sencillo, pero muy completo en información. El reloj cuentavueltas incorpora la mayoría de los testigos, y la pantalla digital los gráficos de los niveles de temperatura y gasolina, así como el reloj horario y varios cuentakilómetros.
Las manetas con regulación de apertura por una ruleta con cuatro posiciones, son más típicas de una moto o scooter de gran cilindrada, y dan un detalle de caché en este SuperDink. Ayudan a dosificar los frenos con muy buen tacto. Si el tren delantero no esta nada mal, el trasero tampoco se queda atrás (valga la contradicción): el disco es de 240 mm, con la pinza sujeta al semibasculante derecho en fundición y con rueda de 13 pulgadas. La vista trasera no desencanta con formas muy angulosas y, sobre todo, mucha superficie iluminada para hacerse ver. No hay tecnología LED, pero las bombillas incandescentes tradicionales se hacen ver bien.


 El detallazo

El motor tampoco tiene nada que ver con lo que conocíamos de antes. Se trata de una mecánica concebida para sacarle los 15 CV máximos permitidos a sus 125 cc, que los da a 9.000 rpm, mientras que el par máximo de 1,16 kgm lo registra mucho más abajo, a 7.000 rpm, dándonos a entender que cuenta con una amplia zona de utilización. El cilindro está fabricado en magnesio, con recubrimiento interior de Nickasil , para obtener los mejores ajustes con un pistón muy aligerado (sistema Less Weight Design). Por supuesto, la culata dispone de cuatro válvulas y todo ello va refrigerado por agua. El cilindro está ligeramente desplazado del eje de la biela (Offset cylinder) de manera que, cuando se produce el punto álgido de la explosión, la biela forma ángulo recto con la cabeza del pistón y se reducen los rozamientos con la camisa. Dos obsesiones de Kymco en su desarrollo: minimizar masas en movimiento (“agujereando” engranajes y el peso del pistón), para obtener unas inercias muy bajas y reducir a lo mínimo posible los rozamientos y pérdidas de transmisión. Todo ello va acompañado por un sistema de inyección electrónica de última generación encargado a Synerject, que tiene en cuenta más información obtenida por sensores para proporcionar al motor la cantidad precisa de mezcla aire-gasolina (ni más ni menos) en el momento adecuado.

 

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

 

Aceleración 0-50 m 5,24 s (52,5 km/h)
Aceleración 0-100 m 8,27 s (65,1 km/h)
Aceleración 0-400 m 21,61 s (93,5 km/h)
Aceleración 0-1.000 m 46,15 s (111,8 km/h)
Aceleración 0-100 km/h           26,30 s (527 m)
Velocidad máxima 112,5 km/h
Consumo 4,03 l/100 km
Autonomía 296 km
Peso total lleno 178,1 kg
Reparto tren delantero 41,1%
Reparto tren trasero 58,9%

 

 

Motor
Buena capacidad de carga
Calidad/Precio
Peso
Guantera sin cerradura
Estriberas pasajero

 

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio


Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO del Kymco SuperDink 125i

 

 

Rivales directos Aprilia Atlantic 125
Honda S-Wing 125
Peugeot Satelis 125 Premium
Peugeot Satelis Compressor 125 Premium
Piaggio X7 Evo 125 ie
Piaggio XEvo 125
Suzuki Burgman 125
SYM GTS Evo 125
TGB X-Motion 125
Yamaha X-Max 125

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